La reconocida profesional de la radio nos relata vía Internet sobre su reciente condecoración como Artista de Mérito del ICRT y sobre su vida en esta emisora. Su labor como educadora en este medio es notable: ha impartido cursos de asesoría, de guionistas, de directores de radio. “Eso me hace sentir bien, ver cómo llegan personas nuevas, jóvenes y cuando pasa el tiempo son todos unos profesionales en las especialidades artísticas y como especialistas en las artes audiovisuales”.
Este año usted recibió la condición de Artista de Mérito del ICRT. ¿Qué significa esta condición para usted como profesional? ¿Esperaba alcanzar un reconocimiento tan importante?
A pesar de que el año 2014 no fue un período maravilloso, pues sufrí pérdidas de familiares, distancias de amigos queridos hacia otros lugares del planeta e incluso la partida de mi madre hacia a la Habana para establecerse allí, además de otras cosas como padecimiento de enfermedades, sí puedo decir con sinceridad que el año se tornó diferente cuando recibí la condición de Artista de Mérito del Instituto Cubano de la Radio y la Televisión.
Para mí significa mucho, creo que demasiado, y como profesional del medio fue halagadora esta condición pues uno la recibe pero, generalmente, lo realizado desde el campo profesional nunca se hace en espera de nada. Una llega a querer tanto, a amar tanto la radio, que cuando estas cosas llegan nos asombramos.
Y en mi caso tal fue mi asombro que les dije a muchos de mis amigos: “¿Me iré a morir?”, porque este mismo año 2014 recibí la condición Micrófono de la Radio.
No esperaba alcanzar reconocimientos tan importantes pues muchos de los que me han antecedido son tan grandes, tienen tanta obra. Entre ellos están Iván Pérez, Marta Jiménez Oropesa, y otros como mis amigos más cercanos: Fidelia Paz Román, Juan Guilarte, Marlene Salazar. Definitivamente me sorprendió.
CMKS como emisora provincial. ¿Qué satisfacciones tiene con la emisora? ¿Cuáles son las principales dificultades que enfrentan sus profesionales para trabajar?
Tengo grandes satisfacciones con mi emisora CMKS Trinchera Antimperialista. Es una emisora provincial, pero además es la madre del resto de las emisoras del Sistema Radial Guantanamero.
Me gradué como Licenciada en Historia, en 1982, en la Facultad de Filología e Historia de la Universidad de Oriente. Desde entonces lo único que he hecho es hacer radio. Amo mi emisora, es mi segunda casa, a veces la primera pues ha ocupado la mayor parte de mi vida.
En este lugar me he sentido realizada, reconocida, a veces insatisfecha, pues hay tantas cosas que quiero hacer. Solo le pido a Dios y a la vida que nunca me separe de este lugar al que tanto quiero. Quiero seguir haciendo cosas en mi radio guantanamera, aunque a veces se impongan las dificultades, falta de computadoras, impresoras, problema de salarios, transporte, etc. Todas estas cosas se vuelven invisibles cuando un oyente te llama a tu casa y te dice: “Elbita, amiga mía, ¿cómo te sientes? ¿Estás mejor de la garganta? Cuanto deseo que comiences a trabajar. Extraño tus consejos útiles”.
Cuando llegas a un lugar y el que te acompaña menciona tu nombre y alguien en la cola de la farmacia lo escucha y dice con alegría: “¿Tú eres Elbita Mestre, la directora del programa Desde Aquí? ¡Qué alegría!”. Esa es la mayor condición que uno pueda recibir como trabajador de la radio: el cariño, el respeto y el reconocimiento del pueblo.
Uno puede recibir como trabajador de la radio, el cariño, el respeto y el reconocimiento de esas personas a las que día a día podemos alegrarle los días. ¡Eso no tiene precio! Entonces todas las dificultades pasan a un plano lejano.
¿Qué papel cumple la emisora en la provincia? ¿Cómo describe su manera de hacer radio, de llegar a sus oyentes?
La emisora en la provincia es significativa y queda expresado a través de los reportes de sintonía, de los saludos, de la correspondencia, de las llamadas telefónicas, de sugerencias y visitas que nos hacen los oyentes. Muchos oyentes dicen que la radio es su preferida, que su alcance es increíble y ciertamente creo que la radio no tiene límites, con todo el respeto a nuestros colegas de este otro medio tan importante y también muy preferido como es la televisión.
El principal reto, el más grande, es cómo llegar a nuestros oyentes con sencillez, con amor, con veracidad y eficacia. Pero cuando se ama lo que se hace todo sale bien. Es un reto grande de la emisora conocer nuestro entorno, nuestras gentes, sus gustos y preferencias, sus problemas, cosa que hacemos cada día más, teniendo en cuenta las investigaciones, los intercambios directos con las diversas comunidades del territorio.
Un buen radialista debe respetar a su público, debe saber escuchar a su audiencia y proyectar estrategias sobre eso que escuchó. Con ello se gana el respeto de los oyentes y su cariño. Tanto es así que uno se convierte sin darse cuenta en un espejo donde todos miran. La imagen vale mucho pues el público tiende a imitarnos, incluso sin conocernos físicamente.