Girón eterno de nuevos tiempos
En estas semanas que la humanidad atraviesa por una situación fuera de lo común debida a la pandemia de la Covid-19, en lo que a cubanos y cubanas respecta, el mes de abril está lleno de significados. Más que conmemorar, actualizamos eventos que marcaron para siempre nuestra vida nacional.


Lo primero que me dice es que en Italia hay sol y se empieza a sentir la primavera. Es un mensaje inequívoco de la naturaleza. Bernardino Pompili es una persona de ley. Nació de una familia campesina, y con esfuerzos, con sed de conocimientos, se convirtió en un humanista, un conocedor de la cultura clásica y universal.
Estos días que atribulan al mundo con guerras, pandemias e incertidumbres nos hacen voltear la mirada hacia la figura materna, esa que todo lo cura y consuela con su ternura. Todos y cada uno, en estos tantos y difíciles días, pronuncia implorante el nombre del ser que nos dio la vida.
La respuesta, al menos por el momento, no la tiene nadie y tampoco es cosa de brujos adivinadores. Es tanta la maldad imperial y de sus secuaces que la gente digna de este mundo siente dolor, indignación y hasta impotencia ante tanta afrenta y atropello a la dignidad humana.
Estos días de aislamiento físico son útiles para reflexionar. El tedio que impone permanecer en casa, lo interrumpo cuando, gracias a las nuevas tecnologías, recorro el mundo.