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Dijo José Martí: “la honra puede ser mancillada, la justicia puede ser vendida. Todo puede ser desgarrado. Pero la noción del bien flota sobre todo, y no naufraga jamás”. 

Sí. Ha llegado la hora de los hornos, en que no se ha de ver más que su luz, como dijo nuestro Maestro José Martí.  Y esa hora se aprecia claramente en nuestra América de hoy, que hierve y se torna cada vez más dueña de su destino porque se ha cansado de tanto atropello; porque no es posible resistir tanta afrenta a la dignidad de los pueblos; y, sencillamente, ha dicho BASTA y ha echado a andar, y su marcha de gigante ya no se detendrá.

A propósito de la celebración de los 500 de La Habana, nos acercamos a las tradiciones culturales del sur de China, expresadas en un conjunto de proyectos vinculados e integrados a la sociedad cubana y sus pobladores durante más de 130 años. La Sociedad MIN CHIH TANG de Cuba.

Fue inaudito para esta época, pero amargamente cierto. El Presidente legítimo reelecto del Estado Plurinacional de Bolivia fue derrocado por un golpe de Estado. Todo aconteció de la manera más burda y ruin, como un “remake” de lo que abundó en América Latina durante toda la primera mitad del siglo XX.