Fui testigo excepcional de la postura de coherencia cubana por la paz en Colombia cuando el domingo 27 de abril de 1980 viajé como periodista a Bogotá en un avión de la Empresa Cubana de Aviación para transportar a La Habana al Comando del M-19 que tomó y permaneció dos meses con sus rehenes en la Embajada dominicana en la capital colombiana. Recuerdo que el entonces director de Radio Habana Cuba, Alfredo Viñas Alonso, ya fallecido, me confíó esa misión, una de las más interesantes que he cumplido en mis 48 años en la radio internacional cubana. Y como conservo en mis archivos el audio del reportaje que hice y que transmitimos ese domingo por las frecuencias de Radio Habana Cuba, hoy, animado por el afán de paz total del nuevo Presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien militó en las filas del M-19, voy a recordarlo. Supe que el Presidente de Colombia en aquella época, Julio César Turbay Ayala, había pedido a su homólogo cubano Fidel Castro Ruz, facilitar el fin de la ocupación de la Embajada dominicana y trasladar a La Habana tanto el Comando del M-19, dirigido por Rosemberg Pabón Pabón, como a los diplomáticos que permanecieron dos meses en calidad de rehenes. Fue la segunda ocasión en que, como periodista, conocí las acciones del M-19. La primera tuvo lugar en Medellín, capital del Departamento colombiano de Antioquía en julio de 1978, durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe ganados por Cuba ese año. El M-19 secuestró durante varias horas al equipo de béisbol de Nicaragua, integrado mayoritariamente por militares fieles al dictador Somoza. Fue una acción de propaganda revolucionaria en apoyo al Frente Sandinista de Liberación Nacional, que un año después, el 19 de julio de 1979, pondría fin a la tiranía somocista. Recuerdo que en 1980 …