El Segundo Frente Oriental, una estrategia decisiva
En 1958 la ofensiva revolucionaria contra la tiranía batistiana era ya incontenible. Las ciudades arreciaban en la lucha urbana, y el centro dirigente de la Sierra Maestra, comandado por Fidel Castro, contaba con autoridad y prestigio a toda prueba.


«Sigo contigo, puesto que sigo con tu padre, que te sacó al mundo de su corazón, y te llevo en mí, con tu gracia y tu virtud, como si fueras el hijo mío. Nunca seré indigno de que me quieras, y tengo por honor entre los honores el de haberte inspirado cariño».
Para un guantanamero promedio, la base estadounidense anclada a las puertas de nuestra bahía puede significar mucho o absolutamente nada, más allá de las consabidas lecciones de historia y el natural sentimiento de cercanía geográfica que, sin demasiado esfuerzo, hasta el menos avezado podría concluir a partir de su nombre.
Aquilatar la estatura humana, ética y revolucionaria de Fidel Castro constituye un desafío para quienes ejercen el periodismo, sobre todo si se trata de reflejar su vida y obra a través de una noticia, una crónica, un reportaje o un artículo, en cualquier circunstancia, evento o suceso.
Era la 1:00 de la madrugada cuando llegó el aviso al doctor Magdiel Hernández Romero, especialista de primer grado en Medicina Interna; el ébola, África, se convertían de pronto en su destino. Fue uno de los 23 especialistas de la provincia de Las Tunas que irían en brigada especial a enfrentar la peligrosa enfermedad.