Una conversación radial con Imeldo Alvarez
Conversar con Imeldo Álvarez García fue siempre para mí un placer especial. Hombre profundamente estudioso del pensamiento martiano, escritor, editor excelente, era de esas personas que no dejan de asombrarte, en las largas conversaciones que a veces se tornan en voz baja, con anécdotas que involucran a personalidades de la cultura cubana, a momentos especiales del diseño cultural que el país ha desarrollado en más de cincuenta años y que con sus virtudes y desaciertos nos ha dejado una estela de momentos y asuntos por estudiar y profundizar debidamente.


Para definir a este periodista, hombre de la radio y la televisión, comentarista deportivo, apasionado de las ciencias… ¡apelo a sus apellidos! Profundo y acucioso como un “taladro” de alta velocidad; forjador de sus propias conclusiones como laborioso “herrero”. Así es este cubano de quien todos se sienten amigos por lograr esa complicidad ante los medios cada vez que aborda algún tema, se esté o no de acuerdo con lo que diga. Afortunado y carismático como todo perteneciente al signo de Leo, lo cierto es que cuando nos encontramos para trabajar juntos en Cienfuegos surgió espontáneamente una amistad. Tal vez el hecho de que ambos seamos hijos unigénitos nos acercara más; reconozco andar siempre a la búsqueda de hermanos que, si no de sangre, lo sean de ideas y solidaridad. Acerté cuando descubrí en Taladrid uno de ellos.
De lunes a viernes a las seis y media de la tarde, el centro-sur de Cuba le suma mucha más alegría y optimismo a su espacio radiofónico, sale al aire “Cita con la Juventud”. Es un programa que deviene símbolo y tradición para Radio Ciudad del Mar, y desde hace más de una década experimenta una renovación continua.