Santiago Alvarez: un hombre de su tiempo (II)
Aún recuerdo, vívidamente, aquellas horas que pasé junto al maestro del género documental en Cuba y Latinoamérica. Nos mirábamos con intensidad. Los dos con el deseo de conservar la memoria de cosas que fueron y permanecían, asuntos del futuro que no debían postergarse. Ignoraba yo entonces cuán enfermo estaba. Él, desde su silencio acompasado, marcaba los trazos de otro documental: las secuencias orales donde las palabras ajustaran la edición definitiva. Y así fue fluyendo la entrevista por cauces insospechados.