Realización digital ¡chévere!, pero…

Las cosas – y, claro está, la realización digital – no son ni más ni menos buenas en sí mismas. Parecido a la fotografía digital, lo relacionado con el sonido – y toda otra actividad audiovisual – reclaman el concurso decisivo de quienes están detrás de todo eso: los seres humanos. La máquina jamás ha sustituido ni sustituirá a los que las diseñaron, fabricaron y otros que, por su parte, las ponen a su servicio. Son cerebros, corazones, sangre y nervios los verdaderos hacedores; la tecnología, por muy avanzada que sea, no pasa de ser instrumento o herramienta, ¡ciertamente valioso!, en la consecución de propósitos.