Casa de las Américas, el bicentenario y la radio

Aunque existe una convención para tomar el año 1810, como punto de referencia, debemos reconocer que hubo procesos independentistas anteriores, como en el caso haitiano; también intentos independentistas previos como el ecuatoriano de 1809, así como otros muy posteriores que alcanzan a Centroamérica hasta el siglo XX. De todos modos existe esa Convención que fija a éste como el “Año del Bicentenario”, por lo cual Casa de Las Américas hizo la convocatoria a este Premio Especial.

Al interés habitual que siempre provoca en quien escribe las actividades de Casa de las Américas en Cienfuegos, se sumó esta vez la presencia de un amigo que, además, cuenta entre los académicos más prestigiosos de nuestro país. Me refiero al Lic. Juan Valdés Paz, integrante en esta ocasión del Jurado en el género de Ensayo. Al saber de la presencia de Juanito, como le llamamos familiares y amigos, me comuniqué con él sin demora para dialogar.

El Lic. Juan Valdés Paz es Sociólogo, Politólogo, Profesor Titular de la Universidad de La Habana y del Instituto de Relaciones Internacionales “Raúl Roa” del MINREX. Aunque jubilado siempre tiene mucho trabajo, se dedica a investigar sobre diversos temas y escribir, de modo que se mantiene activo en la vida académica. Ha dedicado buena parte de sus estudios e investigaciones a temas tan disímiles que van desde cuestiones agrarias y de política internacional, teoría social y marxista, hasta cuestiones de actualidad, muy especial en lo concerniente a Cuba.

Muchos de sus trabajos se han publicado en numerosas revistas cubanas y de otros países y la labor pedagógica que ha desarrollado, además de Cuba, se ha extendido a numerosas universidades y centros en el extranjero. Eventualmente participa en eventos y actividades a las que se le invita, y esa es una de las razones por las cuales acaba de visitarnos.

En nuestra conversación, la primera interrogante tuvo que ver con la experiencia de mi entrevistado en su condición de Jurado.

Esta experiencia es siempre algo interesante, no había sido Jurado del Premio Casa antes, pues aunque me hicieron invitaciones no pude participar, pero me ha sido muy gratificante haber podido coincidir con este Premio Especial que da la oportunidad de revisar una serie de trabajos y hacer una reflexión de por dónde anda la situación de lo que se escribe sobre estos temas en América Latina, al menos de los que concursan.

También gratifica, aunque no sea tan fácil, llegar a identificar una obra para recibir el Premio, así como intercambiar con los colegas que forman parte del Jurado y con el resto de los Jurados, porque existe ya la tradición de que todos los Jurados de Casa se mudan a Cienfuegos, funcionan allí durante una semana, hacen sus debates internos, las lecturas y toman las decisiones. Una de las tareas más importantes es traer el tema del bicentenario de las guerras por la emancipación de América Latina a la actualidad, y colocar esa actualidad en la perspectiva del Bicentenario. Aunque Cienfuegos es un lugar idílico, sesionar en el Hotel Jagua no deja de ser un trabajo.

Además del Bicentenario existe otra coincidencia, me refiero al medio siglo de existencia de Casa de las Américas…

El Premio Casa de las Américas es uno de los más antiguos, de los más prestigiosos, precisamente recientemente se celebró el aniversario 50 de la creación de Casa de las Américas, el surgimiento del Premio y sus publicaciones editoriales; quiere decir que hay un paquete de efemérides relacionadas con Casa que se cumplen y que han justificado un programa muy amplio de actividades que seguramente continuarán a lo largo del año. Eso es importante porque esta es una de las primeras instituciones culturales creadas por la Revolución, de las que más continuidad ha tenido y mayor prestigio tanto dentro como fuera de Cuba, y mantiene toda su vigencia y su proyección nacional e internacional. Ya la ficha editorial está cercana a los 300 títulos, la revista Casa es también una de las publicaciones culturales más antiguas de América. Esto significa que trabajar con y para Casa de las Américas es un privilegio.

En cuanto al número de obras presentadas, particularmente en el género de Ensayo.

Hay más de 400 libros u obras presentadas con una distribución geográfica bastante pareja, no tengo ahora el número exacto. En el caso de Ensayo han participado varios cubanos y argentinos, fundamentalmente. No tuvimos una representación territorial suficiente en el caso del Premio de Ensayo. En otras ocasiones el género es convocado sin un tema fijo, pero una vez que se fija un tema, eso acorta un poco la participación y supone que haya quien no lo tenga desarrollado o sorprende a aquellos creadores que están en ese momento trabajando el tema. Nadie puede improvisar sobre un asunto como el Bicentenario, sólo quien ha estado trabajando en eso tiene un acumulado, posee un dominio, una reflexión, y eso hizo que no tuviéramos una representación totalmente territorial en el Premio.

Tengo entendido que el Bicentenario no se ciñe sólo al Premio ni tampoco a las actividades de este año, es decir, que la celebración va a prolongarse, ¿no es así?

La revista Casa ha venido publicando artículos sobre el Bicentenario y van a publicarse muchos más, seguramente. Incluso, según expresó el Presidente de la Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, el Bicentenario se mantendrá como un tema permanente, precisamente para que no sea arqueología, sino que el Bicentenario sea un referente de actualidad en América Latina.

Quisiera conocer de qué manera funciona el Jurado, cómo es su procedimiento de trabajo para leer las obras y luego seleccionar la que va a ser premiada.

Si el número de obras presentadas cabe en el periodo de trabajo de los Jurados, se hace una lectura extensa de todos los trabajos presentados. Cada miembro se aísla y hace  su lectura privada de todas las obras que concursan, y como aquí están todos reunidos, pues van contactando, identificando y mutuamente descartando por un lado y afirmando por otro los trabajos que parecen tener mayor grado de elaboración.

En los últimos días comienzan las sesiones para discutir porque casi siempre hay más de una obra finalista. Siempre hay que descartar una cantidad de obras, algunas se descartan muy al principio, otras según nos vamos centrando en un subconjunto de mayor calidad, entonces se hace más difícil la selección y más necesaria la discusión entre los miembros del Jurado hasta llegar a un acuerdo acerca de la obra a premiar. Como tú supondrás, eso no quiere decir que las no premiadas, o algunas de las no premiadas, no sean también excelentes trabajos. La selección es difícil, y como siempre se queda uno con la idea de cierta injusticia acerca de aquellas que eran de mucha calidad y que, lamentablemente, hay un solo Premio.

El Jurado tiene la posibilidad de hacer recomendaciones, menciones a obras extraordinarias que no pudieron ser premiadas y recomendaciones para publicación, es decir, que se pueden hacer recomendaciones con algunas de las no premiadas. Es un trabajo arduo, al principio más fácil porque estás leyendo, ya cuando se acerca el momento de hacer la selección se hace más difícil, pero siempre se llega a un acuerdo. En principio ese acuerdo es por mayoría, todos los Jurados son en número impar, por tres miembros, casi siempre dos miembros extranjeros y uno cubano. Cuando las obras son muchas se hace un primer descarte. Todas las obras llegan directamente a manos de los Jurados y, por lo tanto, son los Jurados los que descartan, no es la Casa la que descarta, ese es un dato muy importante.

El Premio Casa de Las Américas es una convocatoria libre, hay muchas obras de calidad, pero hay muchas que todavía están en un grado de maduración y tú te percatas inmediatamente que no va a ser una obra competitiva, hasta quedarte con un subconjunto que puedas leer con tiempo y profundidad.

¿Cómo se enmarca, en opinión suya, el Aniversario 50 de Casa de las Américas en el contexto del actual proceso histórico latinoamericano?

La Casa de las Américas ha tenido desde su creación un papel muy importante, es una institución creada muy al principio de la Revolución. El papel de la cultura latinoamericana en su lucha de liberación estuvo muy claro desde el principio. Recordemos que la fundadora de Casa de las Américas es una de nuestras Heroínas Nacionales, Haydée Santamaría, una de nuestras heroínas históricas, de manera que darle esa tarea de fundar la Casa y que se proyectara sobre la cultura continental, la rescatara, y ayudara a reforzar la identidad latinoamericana, eso estaba claramente en el proyecto revolucionario desde muy temprano.

Lo importante no sería tanto decir que ese era el objetivo, o recordarlo, como decir que el objetivo ha sido cumplido por Casa. Se trata de una lucha por la Independencia inacabada, y por tanto la tarea de Casa está inacabada, sigue siendo el frente cultural de la Independencia de la América Latina y el Caribe, es muy importante recordar lo de “y el Caribe”, pues encaja aquí, dedica al Caribe un Premio, al Caribe anglófono. Esto es muy importante.

Quería subrayar que si se ve en el caso de nuestro Premio, la Convocatoria no ha sido a la Independencia, sino a la Emancipación, que es un término más amplio, más complejo y que da cabida no sólo a la independencia política, sino a la liberación social y a la independencia cultural de la región, es decir, que a todas las dimensiones que están por rescatarse en la región. Es una visión sumamente amplia como para que la contemporaneidad quede incluida, es decir, la propia noción de que es una Emancipación inacabada coloca los temas en la agenda de hoy, de nuestros tiempos, está en el contexto actual y rápidamente se pueden explicar los procesos que actualmente transcurren en la región “como parte de” o “en contra de” ese proceso de Emancipación.

Es una dimensión interesante de la visión que tiene Casa de las Américas al respecto y cómo la cultura, porque hay también una guerra cultural, hay también una guerra contra los medios, ideológica, y una lucha por resistir la penetración cultural, defender la identidad de nuestros pueblos, y todo eso es parte de la lucha cultural. Por tanto Casa es, digamos, un miliciano muy importante para nuestros pueblos en esa lucha.

¿Puede ofrecerme su apreciación en cuanto al papel de los medios de comunicación en nuestro país (Radio, Televisión, Internet) en cuanto al enfoque de la cultura, la historia y la realidad del actual proceso latinoamericano?

Ya en los años 30´s los sociólogos advertían sobre el papel determinante que iban tomando los medios de comunicación en la formación de la conciencia social. Este es un fenómeno que ha hecho más que acrecentarse, cada vez las sociedades están más dominadas por la información que canalizan los medios de comunicación. Muy tempranamente la Revolución logró resolver el problema de los medios de comunicación social a través del proceso de nacionalización. Después mejorando el uso de estos medios, algo en lo que permanentemente estamos, pues los medios tienen que ponerse siempre a la altura del nivel del desarrollo cultural y educacional de la población, que es cada vez más exigente, reclama una información más acabada, completa y elaborada, más objetiva. Eso está claro, de manera que los medios en Cuba están sujetos a ese desafío en su desarrollo. Juegan un papel muy importante en la formación de la opinión pública, como ya se sabe, y en este sentido también la Radio.

Considero que la Radio sigue siendo un instrumento fundamental entre los medios de comunicación social. Es verdad que la televisión se ha convertido en el medio de más impacto, pero no se puede subestimar a la Radio, aun hoy nosotros, con tantos canales de televisión, una programación que cubre todo el día, pero tú observas que en los centros de trabajo se oye la Radio, las personas de la tercera edad también. Cuando alguien se apodera de la televisión – jóvenes y niños – los demás adultos se refugian  en la Radio. En los municipios de menor población del país, en todas partes tienen una radio, es decir, que la Radio sigue siendo un medio muy importante en la difusión de los mensajes en nuestra sociedad. Por tanto, hay que concederle mucha importancia.

También saber que la Radio sigue siendo muy importante en América Latina, inclusive, se da el caso de que mientras en América Latina la mayor parte de la televisión está totalmente controlada por grandes transnacionales y monopolios, subsiste una franja de radio popular, radios comunitarias, como un poder de información muy importante para la población. Yo creo que es importante rescatar eso, pues a veces hasta se pierde en el lenguaje; ya refiriéndose a los medios de comunicación social, algunos piensan en la televisión y ahora más recientemente en Internet.

Todo eso es un desafío para la Radio porque el problema, creo yo, no es tanto tecnológico como de mensaje, es decir, la Radio tiene que ser capaz de transmitir un mensaje suficientemente importante y atractivo para retener a su auditorio. Este es mi punto de vista, recuerda que no soy un profesional de los medios.

Al calor de nuestra plática quedaron pendientes otras preguntas, pero interrumpimos el diálogo – dejado pendiente para un próximo encuentro en La Habana – porque los demás miembros del Jurado requerían su presencia. Aun así considero que fue un encuentro plenamente provechoso. 

 

Autor