Gladys Goizueta Simal … la visión del mundo radial

Cuba cuenta con un gran número de mujeres que en el campo de la comunicación, en su función como locutoras, presentadoras, así como actrices y directoras de programas, han enriquecido la historia de los medios de difusión en la Isla, y de modo muy especial el aroma femenino tiene a la radio y la televisión, como uno de sus medios más exponenciales. Ese es el caso de Gladys Goizueta Simal, hija del prestigio locutor Enrique Goizueta, quién supo también alcanzar gran notoriedad combinando acertadamente la sobriedad con la picardía para dar a conocer una noticia, o un comentario, o sencillamente una acotación en un diálogo en un programa en vivo con otros colegas. Así resulta memorable ese dúo que Gladys formó con el uruguayo Jorge Ibarra en el programa Haciendo Radio, emblemática Revista Informativa  de cuatro horas de duración de lunes a sábado, o con el también relevante Manolo Riveiro cuando en un programa dirigido fundamentalmente a un público joven se despedían  con este slogan: … “bueno, no sé, a lo mejor por ahí nos encontremos.” Gladys Goizueta nació en La Habana el 21 de febrero de 1953. Su existencia fue relativamente breve porque falleció de una penosa enfermedad el 8 de enero del 2008 cuando tenía tan sólo 44 años y hasta unos meses atrás había alternado su función como conductora en un popular programa de Radio Rebelde, Visión,  que alternara con las funciones de Subdirectora de programación de esa histórica emisora. Todavía la recuerdo cuando unos días antes de su fallecimiento la fui a ver a su casa. No obstante la falta de aire que la aquejaba me recibió y habló acerca de Radio Rebelde, de sus programas, como si al día siguiente volviera a entrar al edificio del Instituto Cubano de Radio y Televisión por donde transitó una …

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Nuestras elecciones (III y final)

La novedad del sistema electoral cubano con respecto a la práctica política internacional, especialmente el concepto de que es el pueblo quien postula y quien elige, resulta inaceptable para los enemigos jurados del socialismo. Llenar de pueblo los escaños donde se aprueban las leyes del país aterra a las élites económicas en casi todo el mundo. Si se quieren pruebas recientes de ese pánico clasista, ahí están los asaltos al Capitolio de Washington por los seguidores de Trump, a la sede de los Tres Poderes en Brasilia, por los bolsonaristas, y la ridícula resolución presentada por una legisladora de origen cubano de la Florida, que condena al socialismo como ideología política para evitar que alguna vez pueda prosperar un ideal de justicia social en la nación estadounidense. El miedo no es gratuito. El mundo capitalista sufre una alarmante crisis de confianza en sus instituciones políticas. Los expertos advierten acerca de la creciente percepción ciudadana sobre las instituciones como «una cosa alejada de la sociedad, que los políticos no viven en el mundo real y discuten en una jaula de grillos». Cuántas veces no vimos, en las noticias internacionales, a legisladores de las más diversas corrientes discutir a puñetazos o a silletazos. Cuba escapó a tiempo de ese modelo de «ataque al adversario». No se salió de la democracia, como la acusan sus detractores. La Revolución Cubana rescató la democracia, echando a los politiqueros de la política. La Revolución Cubana innovó en política, al crear una Asamblea de obreros, campesinos, intelectuales, estudiantes, mujeres y hombres, blancos, negros y mulatos, jóvenes y menos jóvenes, religiosos y no religiosos. Haciendo camino al andar, en un proceso de creciente aprendizaje, en el cual todo se transforma, hoy podemos mostrar un parlamento ecuménico y unitario, del que saldrán las más importantes decisiones, incluyendo la que …

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