25 años de un programa radial que nos trajo al Che y sus guerrilleros de vuelta a la Patria

Hoy se cumple el Aniversario 25 de un acontecimiento sin precedentes en la Radio Cubana; se inició un programa especial de radio y de TV, que reflejó el traslado de La Habana a Santa Clara, de los restos del Che Guevara y de sus compañeros combatientes internacionalistas en la selva boliviana.Uno de los protagonistas de ese evento sonoro lo fue el periodista, investigador, historiador y escritor Víctor Pérez-Galdós Ortiz, actual colaborador del Portal de la Radio Cubana, quien con su testimonio nos acerca a ese acontecer histórico de la Patria, que ya ocupa un espacio en el quehacer patrimonial de nuestra Radio Cubana.

Che Guevara: El retorno a la Patria

El 14 de octubre de 1997 se procedió al traslado de los restos del Che y de otros seis compañeros caídos, que hasta ese instante habían sido localizados y traídos a Cuba, hacia la ciudad de Santa Clara, para ser depositados en un Mausoleo que se había creado en el Memorial existente en la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara.

El sistema de la Radio Cubana encaró el reto de trasmitir en vivo durante aproximadamente 12 horas un programa especial que tuvo como planta matriz a la emblemática Radio Rebelde.

Unos meses antes, después de haber sido hallados los restos de Ernesto Che Guevara y los de otros combatientes internacionalistas en Bolivia, tras un largo proceso de búsqueda, llegaron a Cuba dichos restos el 12 de julio de 1997.

Algunos meses después, exactamente entre el 11 y el 13 de octubre los restos fueron expuestos en la base del complejo monumentario existente en la Plaza de la Revolución “José Martí”, donde los habitantes de la capital cubana y de otros lugares cercanos a La Habana le rindieron homenaje.

Particularmente muy relevante fue la trasmisión efectuada por la radio cubana el día 14 puesto que participaron en la narración del desarrollo del traslado de los restos decenas de locutores y periodistas, así como un gran número de realizadores de sonidos, técnicos y personal de apoyo.

La preparación de ese programa empezó desde varios días antes que se anunciara por los medios de difusión que los restos del Che y sus compañeros serían expuestos en la base del monumento a José Martí, en La Habana y que después se efectuaría su traslado hacia Santa Clara.

En los primeros días del mes de octubre de 1997 Antonio Moltó, quién entonces desempeñaba las funciones de Subdirector de Información de Radio Rebelde, nos convocó a un encuentro con él e Ismael Rensoly, director de programas de radio, y a quién suscribe este trabajo.

Moltó explicó que se le había encomendado a Radio Rebelde que preparara las condiciones para realizar una trasmisión muy especial, no sólo por la connotación política que tendría, sino igualmente atendiendo que se mantendría durante muchas horas.

La caravana que trasladaría los restos se desplazaría en forma relativamente lenta para que el pueblo, tanto en las ciudades y poblados, así como a ambos lados de la Carretera Central pudiera también seguir rindiéndole homenaje a los caídos.

Desde ese mismo instante, aunque todavía no contábamos con todos los detalles precisos, se pensó en la conformación de un gran equipo integrado no sólo por periodistas y locutores de Radio Rebelde sino también los de otras emisoras nacionales y de las provincias de Ciudad de La Habana, La Habana (una parte de los territorios que desde el 2011 forman parte de la provincia Mayabeque), así como personal de las emisoras de las provincias de Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara.

Nos seguimos reuniendo alrededor de las seis de la tarde durante varios días. Incluso previo a los encuentros con Molt:, Rensoly y yo intercambiamos ideas de lo que podíamos tener a mano para contar con la reserva necesaria de materiales.

Antonio Moltó fue precisando los recursos que se contaría: un helicóptero, dos móviles, uno de ellos para realizar trasmisiones iniciales desde la Plaza de la Revolución “José Martí” y el otro que marcharía en la parte delantera de la Caravana, y también se fueron definiendo los más de 30 lugares desde donde periodistas y locutores en directo reportarían el cruce de la citada caravana, así como las cabinas de las emisoras que estableceríamos contacto de modo directo.

Lo que sí estuvo claro era que la trasmisión podría durar más de 720 minutos y que había que lograr un necesario equilibrio desde el punto de vista de los trabajos y programas de corta duración procedentes de distintas emisoras que también se insertarían dentro de la programación homenaje.

Y además otra cuestión muy importante era seleccionar a los periodistas y locutores más avezados, que estuvieran informados, incluso de detalles de la vida y labor del Che Guevara con respecto a los territorios desde donde iban a reportar el cruce de la Caravana.

Además de una reunión general que se tuvo en La Habana en la que participaron periodistas, locutores, realizadores de sonidos, técnicos y personal de apoyo, se realizó a su vez encuentros similares en las provincias de Matanzas y Villa Clara. El objetivo era precisar con cada compañero, compañera que hablara desde cualquier sitio lo imprescindible que era NO repetir mecánicamente el cruce de la Caravana, sino incorporar en cada caso a la trasmisión algo nuevo.

Y en tal sentido se requería de la preparación adecuada de todos los que participarían en esa histórica trasmisión.
Algo similar se realizó con las 4 locutoras que desde la Cabina Central de Radio Rebelde, en forma rotativa, tendrían la responsabilidad de conducir el programa, hacer algunos breves comentarios y presentar a los colegas que se hallaban en los diferentes sitios.

Desde la cabina de Radio Rebelde hablando del Che

Para lograr una guía dramatúrgica, Antonio Moltó indicó que como yo ya en los medios de difusión, tanto en la radio como la televisión, había escrito guiones sobre el Che, acordó que me mantuviera siempre en la Cabina y conversara con las locutoras y con los que reportaban desde los puntos habilitados para profundizar y reflexionar o ampliar algún detalle.

Para mí eso fue algo muy especial y también emotivo por el hecho que aunque conocía por referencia la labor de Rensoly como director nunca había trabajado directamente con él. Al trabajar en esa ocasión de conjunto, hermanados en ese proyecto, junto a Moltó, nació entre nosotros una amistad que se ha fortalecido en el campo profesional con otros programas relacionados con el Che.

A título personal a mi me impresionó la capacidad de Ismael Rensoly para dirigir un programa de ese calibre, tiempo y magnitud. Durante todo ese tiempo estuvimos casi frente a frente separados tan sólo por el cristal de la cabina y veía como se sentaba un segundo, se paraba, recibía una llamada, hacia una señal que casi siempre llegaba en forma visual con un gesto, más que por una orientación extensa a través de los audífonos que teníamos puesto los que estábamos frente a los micrófonos.

Desde las seis de la mañana habíamos llegado a Radio Rebelde el equipo de compañeros que trabajaría en la Cabina Central, así como los que trasmitirían desde la base del monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución.

También de inmediato se empezaron a hacer las pruebas con los otros puntos situados en la Ciudad de La Habana, y en la entonces provincia de La Habana y con las cabinas de Radio Habana Cuba, Matanzas, y Villa Clara y con los lugares de esas provincias donde igualmente se establecerían trasmisiones.

Incluso también en el programa se contó con el reporte de una periodista de Radio Rebelde que se hallaba en esos momentos en Bolivia.

Atendiendo a todo ello puede decirse que con independencia que Radio Rebelde fue la planta matriz en realidad ese programa especial de más de 12 horas que se realizó el 14 de octubre de 1997 fue el fruto del trabajo coordinado del sistema de la radio en Cuba.

La trasmisión de este programa especial se inició a las 7 y 22 minutos de la mañana y culminó más allá de las siete de la noche.

Tanto ese programa especial como la también histórica trasmisión de la llegada de los restos del Che y otros combatientes internacionalistas a Cuba en julio de 1997 y la del instante en que se celebró el acto y el depósito de los restos de lo que Fidel calificó como los compañeros heroicos del destacamento de refuerzo el 17 de octubre están inscritas para siempre en la historia de la radio en Cuba y forman parte de las grandes realizaciones que a través de años y años han hecho los trabajadores de este medio de difusión por estar a la altura de nuestro pueblo y de su Revolución.

En este testimonio no he querido mencionar todos los nombres específicos de los que participamos en esa trasmisión de singular magnitud porque ya en un trabajo que preparé hace 10 años ofrecí detalles al respecto y además porque los nombres de todos están reflejados en CD que elaboró Radio Rebelde.

Autor: Víctor Pérez-Galdós Ortiz

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