El egoísmo y su cancerbero

Se impone entonces una pregunta. ¿Cuáles son las armas que los medios utilizan para defender a ese mundo opulento y soberbio, pero anémico de valores humanos?. Cubren una amplia gama, desde las formas más sofisticadas y científicamente comprobadas por su eficacia, hasta procederes burdos y ridículos, en el empeño de cumplir con el objetivo mayor: mentir, distorsionar, encubrir y falsear sobre las tristes realidades a las que se enfrenta el mundo, dígase hambre, inequidad, guerras de rapiña, medio ambiente, amenazas, deudas insoportables e impagables, enfermedades, y en fin, una lista mayor y tenebrosa. Cualquier persona medianamente informada puede comprender el enorme daño que causan las grandes agencias de información, los poderosos diarios, radio, televisión, revistas y la propia industria cinematográfica, cuando inundan el planeta de noticias únicamente con «sus verdades».

Por otra parte, hay que tener en cuenta que los medios de comunicación que posee el mundo rico son infinitamente mayoritarios en relación a los que posee el conjunto de todos los países; entonces se comprende muy fácilmente el tremendo perjuicio que ellos causan a la humanidad. Tal situación tan preocupante no obedece a ningún guión pre elaborado, es, sencillamente, una necesidad vital que les permite subsistir, es una consecuencia o un producto de todos los que pretendan oprimir y sojuzgar para mantener su status de privilegios. Ahora bien, comprobemos lo dicho comentando muy brevemente algunas de las técnicas de manipulación de la opinión pública que utiliza el Imperio. Veamos:

La distracción: Se ocupa de desviar la atención del público de los problemas más importantes, mediante la técnica del diluvio continuo de distracciones e informaciones insignificantes. En otras palabras, se trata de mantener a la gente ocupada, ocupada y ocupada, sin ningún tiempo para pensar. Un solo ejemplo clásico demuestra esta verdad inobjetable cuando se aprecian programas de televisión que, en busca de popularidad -entiéndase dólares-explotan hasta los sentimientos más bajas del ser humano y la información catastrófica a ultranza.

Mantener al público en la ignorancia y la idiotez: Impide que el público sea capaz de comprender los métodos utilizados para su control y esclavitud. La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores, debe ser la más pobre o mediocre posible, de forma que la brecha de la ignorancia que aísla las clases inferiores de las clases sociales superiores sea y permanezca incomprensible para las clases sociales inferiores.

Los ejemplos anteriores pueden resumirse en lo que se ha dado a conocer como las llamadas «noticias basura o de engaño»: un concurso para adivinar qué perrito llevará Obama a la Casa Blanca; la boda del príncipe Guillermo, en la que estaba previsto gran cantidad de lacayos, pajes, chef de cocina, vajillas, cristalería y cubertería en oro; chismes de alcoba; la actriz tal es infiel a su pareja; el atrevido vestido que llevaba fulana de tal a la fiesta de la duquesa, y en fin…una lista interminable.

Y todo esto sucede mientras que el mundo enfrenta la mayor crisis jamás conocida, de medio ambiente, de guerras sucias, de enfermedades, de desempleo, de crisis económicas impuestas a los subdesarrollados, de millones de niños y niñas que mueren por desnutrición y enfermedades curables. Es, definitivamente, un verdadero bochorno para esta humanidad que clama por mayor equidad y justicia.

Volveré a la carga con otras incisiones al tema. No tenemos derecho al silencio y la pasividad; hay que mantener la denuncia. Creo que ahora, como nunca, el fabuloso caudal de sabiduría de nuestro Martí permanece incólume en nuestros días: «los malos no triunfan sino donde los buenos son indiferentes»

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