Desde Cuba, la radio promueve y defiende la diversidad humana

A fin de comprender las esencias de la diversidad, conozcamos primero su concepto. Diversidad es una palabra proveniente del latín «diversitas» que significa algo que es variado, abundancia de cosas o personas que se diferencian entre otras.

Para ser más explícitos, se refiere a todo aquello que marca una diferencia dentro de un grupo, bien sean características físicas, organizacionales, psicológicas o conductuales.

Entonces, la pregunta que nos viene  a la mente es, cuál sería la posición de la radio como promotor de la diversidad. Y es que desde el mismo inicio de las primeras transmisiones continuadas en Cuba y luego del triunfo revolucionario del Primero de Enero de 1959, este popular medio de comunicación se caracteriza por un enfoque diverso, debido a su capacidad para llegar al mayor número de públicos posible.

Por ello, la radio se convierte en una herramienta indispensable para construir sociedades cada vez más inclusivas, y donde todas las voces sean escuchadas.

La UNESCO afirma también que las emisoras de radio deben servir a los diferentes sectores de la sociedad, ofrecer una amplia variedad de programas, puntos de vista y contenidos, ya que se trata de un soporte comunicativo potente y de bajo costo, adecuado para llegar a las comunidades más remotas.

Estimula el debate público y permite una participación igualitaria, independientemente del nivel educativo de los oyentes. Asimismo, desempeña un papel fundamental en situaciones de emergencia y en las operaciones de socorro en casos de desastre, lo cual es una prioridad en el caso de nuestro país.

Con lo expresado hasta aquí, subrayamos que por sus características y preponderancia en el actual entramado -donde los paradigmas comunicativos han sufrido desplazamientos conceptuales y el avance de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones es imparable-, la radiofonía es un poderoso vehículo que potencia la diversidad cultural de los pueblos, amenazados por la pérdida de su riqueza material y espiritual, y por absurdas políticas que abren profundas heridas en el hábitat y el equilibrio ambiental, a la vez que ponen en peligro la paz y la coexistencia pacífica entre los hombres.    

Podemos inferir además que la magia del sonido radial constituye un factor de vital importancia para el diálogo entre civilizaciones y culturas, abrazando así la comprensión mutua, el respeto, la solidaridad y la cooperación entre todos los pueblos del mundo.

En una época tan compleja y en extremo cambiante, la radio se encuentra en una posición única para unir a comunidades diversas y fomentar el diálogo positivo y el cambio. Al escuchar a sus audiencias y responder a sus necesidades, los servicios de la radio proveen de los diversos puntos de vista y distintas voces necesarios para afrontar los cambios que afectan a la especie humana.

La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora. Además, es un componente indispensable para las metas del desarrollo sostenible propuestas por la ONU.

En tal sentido, la radiofonía insular acumula un vasto historial de interacción y retroalimentación con las audiencias, defensa de valores espirituales y culturales, intrínsecos a un proyecto social que por 60 años ha enfrentado todo tipo de campañas subversivas y agresiones externas, y hoy está llamada a perfeccionarse y a pensar como país.

De ahí, que nunca debe desprenderse la valiosa herencia de la Radio Cubana del tronco espiritual de la nación, pues su poderoso capital humano y tecnológico es insustituible para construir una sociedad fuerte desde la diversidad y los más caros ideales de justicia y bienestar social.

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