Habaneras y otros sones

Cecilio Tieles. Foto: Cortesía del artista

La trama cultural de la capital cubana tendrá, entre el miércoles 22 y el sábado 25 de este noviembre, espacios para la revelación y el posicionamiento jerárquico de uno de los géneros esenciales en la configuración de la identidad sonora insular, cuando transcurra nuevamente la jornada Conocer la habanera.

Se trata de sostener y ensanchar en el tiempo un proyecto en el que coinciden las voluntades del maestro Cecilio Tieles, el Museo Nacional de la Música –ahora dirigido por Sonia Pérez Cassola, heredera de los desvelos de Jesús Gómez Cairo–, el Centro Nacional de Música de Concierto, y la Oficina del Historiador de la Ciudad.

El encuentro se desarrollará en dos planos: sesiones científicas y de debate, y los conciertos. El primer día, Cecilio irá al encuentro del claustro y los estudiantes del conservatorio Guillermo Tomás, de Guanabacoa; en tanto el miércoles en la mañana la sede del Museo acogerá las ponencias El faro de la habaneridad, de Argel Calcines; Cecilia Valdés y la temprana contradanza, de Cecilio Tieles; Acerca de los tomas y dacas, y las idas y las vueltas del son guajiro cubano, de Sonia Pérez Cassola; y La habanera como símbolo e identidad para todos los cubanos, de Olavo Alén, además de una intervención especial del compositor Roberto Valera, y la compañía del Piquete Típico.

La inauguración correrá a cargo del coro de cámara Exaudi, bajo la batuta de María Felicia Pérez, la soprano Johana Simón, el tenor Yubal Caleb Peña y la pianista Susana Santos, a las 4:00 p.m., del 22, en la sala Gisela Hernández del Museo. El cierre será el sábado 25, a las 6:00 p.m., en la Casa de las Tejas Verdes (Miramar), con un programa en el que intervendrán la soprano Bárbara Llanes, el tenor Bernardo Lichilín, las pianistas Vilma Garriga y Daniela Dandicour, el guitarrista Luis Manuel Molina, y repetirán Johana Simón y Susana Santos.

Un día antes, a las 4:00 p.m., en la sala Argeliers León, precedido por el Vocal Leo de Corina Campos, y el cierre por cuenta del Entrevoces, de Digna Guerra, el maestro Cecilio volverá a entregar una de sus pasiones, la música de los compositores negros y mulatos cubanos de finales del siglo xviii y la primera mitad del siglo xx, pues sin Ulpiano Estrada (1777–1847), Tomás Buelta y Flores (1798–1844), José Julián Jiménez (1823–1898), Juan Nicasio Jiménez (1849–1891), Catalina Berroa (1849–1911) y José White (1836–1918) no se explica la fragua del pianismo nacionalista mediante el proceso de criollización de la contradanza europea.

En la base de la pirámide, la habanera, y en la sustentación de otras especies que han dado cuerpo a la música cubana. Como recuerda Tieles, «el característico ritmo de la habanera, el llamado de tango, aunque no el único, es uno de los más universales, y aún continúa latente entre nosotros en los géneros musicales más actuales; del tronco de la habanera urgieron géneros diversos como la clave, la criolla, la guajira, el danzón y el bolero».

Autor

  • Pedro de la Hoz

    Periodista y crítico de arte cubano. Nació en el año 1953, en la ciudad de Cienfuegos, Cuba. Es el Jefe del Departamento de Cultura del diario Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. → http://www.lajiribilla.cu/colaborador/pedro-de-la-hoz/