La finca Santa Elena en Mayabeque donde también palpita la historia

Desde finales de 1800, una parte de la finca La Teresa pasó a manos de los antecesores de Mario Hidalgo-Gato González. Sesenta y tres años después, en 1953, Hidalgo-Gato entregaba a los integrantes de la Generación del Centenario el lugar para la realización de prácticas militares, bajo el nombre por el cual lo reconoce la historia: Santa Elena.

Esta finca, por su acercamiento geográfico, pertenece al pueblo de Los Palos, del municipio de Nueva Paz, provincia Mayabeque. Por carretera, poco menos de 2 kilómetros la separan del poblado, y por ferrocarril se reduce un poco más la distancia.

Los terrenos de Santa Elena poseen una forma semejante a la de un cuadrado; por el norte limita con las finca Purilimpia; por el sur, con los herederos de Francisco Pérez; por el este, con el camino de El Combate, y por el oeste, con los hermanos Ginoris y con los herederos de Francisco Pérez. La parte este de la finca de los Hidalgo-Gato se encuentra, casi en su totalidad, ocupada por sembrados de caña.

La parte sureste es de vegetación muy tupida y de suelos con abundante diente de perro. La porción oeste está atravesada de norte a sur por la cañada de Los Quesos, la cual posee un cauce ancho de márgenes rocosas cubiertas de árboles y arbustos.

El norte presenta una fachada tupida en su interior donde se destacan algunos claros. Las tres caballerías de Hidalgo-Gato están atravesadas por el ferrocarril de este a oeste. Al sur de la línea hay aproximadamente una caballería y tres cuartos de terrenos laborables en los que se cultivan caña de azúcar y frutos menores.

La finca Santa Helena, de los Palos, en Nueva Paz, fue declarada Monumento Local el 30 de enero de 1990.

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