No obstante, pese a la solidez de las propuestas radiofónicas pensadas y hechas para el público, aún se requiere de mayor creatividad y audacia para conseguir espacios de participación, reflexión y praxis educativa acompañados de frescura y originalidad en cada una de las obras salidas al aire.
Teniendo en cuenta esos preceptos, se realizó en la Radio Cubana un taller con la participación de especialistas, creadores y directivos, que tienen en sus manos el gran reto de concebir programas infantiles que satisfagan las exigencias del público más pequeño de la casa.
Misleydis Martínez Parra, Máster en Arte de los Medios Audiovisuales en la Dirección de Programación de la Radio Cubana, presentó los resultados de un diagnóstico que tuvo en cuenta el impacto de los espacios infantiles en las emisoras municipales, provinciales y nacionales, y el cumplimiento de las políticas trazadas por el país para la atención a los niños y su formación integral como ciudadanos con un alto sentido ético, cívico y que reflejen sus intereses y aspiraciones, sin descuidar la defensa de la cubanía.
En tal sentido, trascendió que casi la totalidad de las radioemisoras en Cuba cuentan, al menos, con un espacio o segmento dedicado a los niños (exceptuándose Radio Habana Cuba y Radio Reloj, atendiendo a sus funciones y características), si bien cada colectivo diseña su programación de acuerdo al entorno comunitario.
Entre los logros más visibles, figuran además el protagonismo de nuestra niñez en las obras infantiles (o sea, ellos asumen los personajes), lo cual confiere naturalidad y un acercamiento más íntimo a la audiencia, subrayó Parra Martínez.
Se destaca también la incorporación de los niños a los proyectos infantiles, lo que significa mayor identificación, simpatía, y cercanía, a la vez que se abogó por continuar incrementando los Círculos de Interés, para que el niño conozca más sobre el medio radiofónico y aprecie mejor sus productos.
Como elemento consustancial es de elogiar el tratamiento de temas disímiles y de especial importancia en la formación de las nuevas generaciones, resaltándose los valores, el amor a la Patria, sus símbolos, el conocimiento de la historia cubana, las raíces, tradiciones, respeto por la familia, y el medio ambiente, entre otros.
En lo cultural, se ha logrado un aporte considerable a la difusión y conocimiento de la literatura clásica y contemporánea, tanto cubana como universal, a través de cuentos, anécdotas como forma permanente de su enseñanza y enriquecimiento de su acervo humano y cultural.
Los participantes reclamaron la necesidad de respetar la frescura y dinamismo propios de los niños en cada emisión, aprovechar al máximo su espontaneidad y sus capacidades, aptitudes y actitudes, y concebir guiones o formatos de programas que no resulten estereotipados o demasiado didácticos.
Es imprescindible tener en cuenta los resultados de las Investigaciones Sociales, Monitoreos, señalamientos de Comisiones de Calidad, Consejos Artísticos, Concursos, etc. para mejorar la calidad de las propuestas y hacer frente a la competencia de la televisión o del llamado «paquete» que contiene obras extranjeras, con valores enajenantes y muy alejados de nuestra realidad.
En torno a estos asuntos, el intercambio se centró en que no solo la radio debe tener en cuenta las exigencias del público infantil,»sino también involucrar a la familia en la formación de valores éticos y morales» afirmó Yusimí González Herrera, Directora de Programación de la Radio Cubana.
«También debemos fortalecer el trabajo con las propagandas dirigidas a nuestros niños; elevar los espacios informativos y dramatizados de corte infantil en la web; presentar los programas radiales en otros espacios comunitarios como Casas de Cultura y encuentros de narradores, etc; y algo que resulta esencial: debe haber una gran sensibilidad por parte de los directivos de las emisoras y los colectivos de programas para con los pequeños y adolescentes que asumen roles e historias, pues son vitales para nuestra labor», precisó.
«Esto no puede fallar, aseveró González Herrera, pues los niños y las niñas son de nuestra entera responsabilidad, porque ellos son el relevo y la continuidad de la Revolución, además de ser la cantera de los futuros profesionales de la radio en Cuba; de ahí el reto que nos toca asumir con las nuevas generaciones».