Asambleas municipales del Poder Popular: grandes retos para un nuevo mandato

Bajo el principio de marchar sin prisa pero sin pausa, no pocos planes, inversiones y medidas dirigidas al mejoramiento del nivel de vida de la población y al avance económico del país, con  su correspondiente y actualizado marco jurídico, estarán progresivamente instrumentándose en el 2013, 2014 y 2015.

Pero el éxito no será total sin la movilización de las masas en la solución de los problemas del barrio, sin el debido control y fiscalización que deberán ejercer en sus demarcaciones los Consejos Populares y el propio órgano de gobierno municipal a través de sus comisiones permanentes de trabajo.

Se requerirá además, la debida exigencia hacia las entidades administrativas de subordinación local en el cumplimiento de sus obligaciones, respetando la autonomía de la empresa estatal socialista y demás modelos de gestión.

Es de esperarse que a partir de los resultados de la experiencia de las provincias de Artemisa y Mayabeque, de separar las funciones de las Asambleas del Poder Popular de las de los Consejos de Administración, sean más efectivos los controles por los representantes de los electores en cada localidad cuando se decida generalizar esa medida.

Como señala uno de los lineamientos económicos “el desarrollo de proyectos locales, conducidos por los Consejos de Administración Municipales, en especial los referidos a la producción de alimentos, constituye una estrategia de trabajo para el autoabastecimiento municipal”, y por tanto, este será otro de los retos del Poder Popular en el nuevo mandato.

Entre las atribuciones de las Asambleas Municipales están las de aprobar el plan económico-social y el presupuesto local, ajustándose a las políticas trazadas por los organismos de la Administración Central del Estado, y controlar su ejecución; así como  coadyuvar al cumplimiento de los planes de producción y de servicios de las entidades radicadas en su territorio,  que no le estén subordinadas. 

 Ello significa que sus delegados, sus comisiones permanentes de trabajo y los Consejos Populares deberán estar  bien al tanto de asuntos de alta prioridad como la planificación, la separación de las funciones estatales y empresariales, y las relaciones económicas entre las empresas, las unidades presupuestadas y las formas de gestión no estatal, con énfasis en el contrato como instrumento de control.

De la misma forma, también están llamados a seguir de cerca el comportamiento en sus localidades de las políticas monetarias, fiscal y de precios, de la marcha de los procesos inversionistas, del aporte de la inversión extranjera y la colaboración internacional recibida en el municipio,  y de las políticas energética, para el turismo, las construcciones, viviendas y recursos hidráulicos; y de ciencia, tecnología, innovación y medio ambiente, entre otras.

Sin olvidar tampoco lo que significan para el país pilares suyos como la educación, la salud, la seguridad social y la defensa, las Asambleas del Poder Popular no pueden perder de vista el impacto de medidas como la entrega y explotación eficiente de las tierras en usufructo, la producción de alimentos, el arrendamiento de locales del Estado, la venta liberada de materiales de la construcción, el protagonismo de las formas de gestión no estatal en el desarrollo local, y el otorgamiento de subsidios y créditos bancarios, por citar algunas.

Este domingo, en las ceremonias de constitución de las 168 asambleas municipales del país, también quedaron elegidos sus presidentes y vicepresidentes, y los 14 mil 537 delegados que las integran al tomar posesión del cargo juraron cumplir de manera cabal sus obligaciones, sin dudas, muchas en función de ahora contribuir a la actualización del modelo económico cubano.

Autor