Mientras leía volví a caer en la cuenta de que los peligros de extinción en la vida planetaria no son a largo plazo, sino que a la vuelta de la esquina la ambición y el desmedido abuso de los recursos y la contaminación pueden dar al traste con milenios dedicados a construir nuestras civilizaciones en su riqueza y diversidad. En cuanto al libro – lo advierto – además de esa lectura rápida y amena a que nos invita, precisa tomarlo como obra de cabecera. No constituye un simple manual para aprenderlo de memoria, sino más bien se me revela como herramienta y materia prima para el ejercicio de la inteligencia. La multiplicidad y variedad de ideas expresadas por todos sus participantes abre una perspectiva de pensamiento para una realidad universal dinámica y vertiginosamente cambiante.
Pienso, como radialista cubano, que este libro es un apoyo valioso para nuestro quehacer. Somos profesionales comprometidos con nuestro quehacer, lo que equivale ser comprometidos con nuestra época. El quehacer que nos corresponde como entes sociales de comunidades, país y mundo en general implica ante todo la preocupación y la ocupación por propiciar el mejoramiento planetario. Es una tarea a emprender desde nuestra mismidad, en lo inmanente del quehacer diario.
NUESTRO DEBER ES LUCHAR nos agencia pautas y puntos de vista a valorar y enriquecer a partir de respectivas experiencias personales. Confieso que de principio a fin constituye una obra sin precedentes: aporta y nos hace pensar. Buena parte de su contenido guarda relación con la lucha mediática, la misión de hacer llegar a cada ser humano de este planeta la advertencia de los peligros que son una amenaza para todos, sin excepción.
Interesante resulta la intervención de Ignacio Ramonet acerca del sistema de información dominante; cómo tras una aparente libertad de expresión se oculta un propósito manipulador y en función de las ganancias del mercado, y cito sus palabras: «Quien dice concentración en comunicación e información, está diciendo automáticamente final del pluralismo o dificultad del pluralismo. Donde antes había muchos grupos mediáticos o muchos polos mediáticos, ahora hay menos porque se han concentrado…» (1)
Por su parte Estela Calloni alerta que «… tenemos que despertarnos todos de un largo sueño. Estamos en una siesta. No es posible dormir la siesta cuando hay una guerra. Creo que es un momento en que hay que hablar con palabras fuertes, directas.» (2)
Con la profundidad de pensamiento a que estamos acostumbrados, el compañero Fidel intervino para abordar temas de relevancia histórica, cultural y científica. Fue un encuentro de incalculable valor por la pluralidad de opiniones, encaminadas todas a la defensa de la soberanía de los pueblos del Tercer Mundo.
Es un libro que todos los radialistas debemos tener como de permanente consulta, una brújula para comprender una contemporaneidad en peligro de perecer. Salvar este planeta mortalmente amenazado es, más aún que cuestión política, prioridad biológica. Cada radialista desde su puesto está llamado a defender ese principio a toda costa; por ello urge actuar desde nuestra realidad vivencial.
(1) NUESTRO DEBER ES LUCHAR, Fidel Castro con los intelectuales, Editorial José Martí, p. 23
(2) Ibídem, p. 32