En el mismo cable cifrado, filtrado por WikiLeaks y publicado este viernes por el diario español El País,
el diplomático norteamericano subraya que los también denominados
disidentes “están más preocupados por el dinero que en llevar sus
propuestas a sectores más amplios de la sociedad”, lo que confirma las
reiteradas afirmaciones de Cuba de que son unos mercenarios al servicio
de una potencia extranjera.
El informe incluso señala que un “grupo opositor” presentó abiertamente al consejero político de la SINA un presupuesto para su supuesta organización, o sea una especie de nomina, con el objetivo de que esa misión diplomática asumiera el pago de salarios.
Farrar reconoce que los “opositores” a los que Estados Unidos mantiene y destina financiamientos millonarios para desestabilizar la Isla no representan a los cubanos, y además tienen muy pocas probabilidades de reemplazar a las actuales autoridades de la nación caribeña.
El Jefe de la SINA apunta también en el mismo texto que los “disidentes son viejos y no conectan con los jóvenes”.
No obstante a ello, Farrar recomendó a la actual administración norteamericana del presidente Barack Obama continuar apoyando a los desenmascarados mercenarios, lo que evidencia la conocida intención de la Casa Blanca de proseguir financiando a la maltrecha contrarrevolución cubana con el viejo y fracasado objetivo de pretender desestabilizar la Isla.
Medios periodísticos extranjeros en La Habana aguardan con atención posibles nuevas filtraciones de WikiLeaks relacionadas con los “opositores” en Cuba, y el manejo del dinero que reciben de la SINA, que llevó hace poco tiempo a que esa misión diplomática fuera objeto de una auditoria, sobre la cual los comentarios no son nada halagüeños.