Cuando la radio abraza la ternura infantil (+Audio y fotos)

«Desde hace un tiempo Federico Maldemar vive en una casita en Santiago de Cuba. Allí llegó gracias a la magia de la radio y al poder de borrar fronteras de las plataformas digitales. Desde el primer cuento que Carmencita escuchó se quedó impresionada con Federico; entonces, día tras día, preguntaba si habían más historias del ratoncito”.

Así nos cuenta María Lucía Wanton Boadas, una madre santiaguera que vive pendiente de su WhatsApp en espera de los Cuentos para Federico, programa radial (se transmite por Radio Progreso de lunes a viernes a las 5.30 pm) creado por el caibarienense Maikel Chávez García.

Carmencita está en un grupo de teatro que se llama el Bolsillo del duende con la instructora Bertha Ferrer. Ella está a tono con todo lo que se produce en Cuba para los niños. Por ello, se puso en contacto con el programa radial Cuentos para Federico para que los niños pudieran seguirlo. Ella los manda por WhatsApp a todos los padres porque aquí en casa no podemos sintonizar Radio Progreso.”

El ratoncito Federico Maldemar y su novia Victoria a punto de alcanzar la luna de queso en la casita creada por Carmencita y su mamá.
El ratoncito Federico Maldemar y su novia Victoria a punto de alcanzar la luna de queso en la casita creada por Carmencita y su mamá.

La niña Carmen Lucía Wanton Boada, Carmencita, tiene 5 años. No duerme sin antes oír al ratoncito Federico, un amigo que se ha adueñado de sus espacios infantiles.

Cuando nosotros empezamos a escuchar los Cuentos para Federico ya la casita estaba en proyecto, pero Carmencita quería ver una foto de Federico. Doy con la página en Facebook del programa y cuando se lo enseño, me dice que quería a Federico viviendo en la casita. Entonces, saqué una foto de Federico y ya esa casita es suya. ¡Hasta tiene una azotea para alcanzar una luna de queso!”, nos cuenta la mamá de Carmencita.

Desde la radio, Federico Maldemar teje historias tanto clásicas como cubanas. Narradas desde la gracia y el carisma de Maikel Chávez, toca a las puertas de los niños y las niñas para permitirle soñar en medio de una pandemia que nos ha borrado sonrisas.

Maikel Chávez y Ernesto Tamayo, los padres de Federico Maldemar.

La magia no se puede romper, por ello, yo continúo la magia y les hablo como Federico. Eso me hace sentir una mejor persona, me hace crecer, ser diferente y creer que un mundo mejor es posible”, nos cuenta Maikel.

Un mundo mejor para los niños y las niñas, una infancia feliz desde las historias que cuenta un ratoncito. Carmencita y su mamá trabajando en la casita de Federico Maldemar en Santiago de Cuba.

 

Carmencita visitando a sus nuevos amigos, Federico y Victoria.
Carmencita visitando a sus nuevos amigos, Federico y Victoria.

La pequeña Carmencita nos regala un cuento de su propia inspiración para regalárselo a todos los niños y a Federico, en este Día Internacional de la Infancia que Cuba celebra con total apego al respeto de nuestra esperanza futura…

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