Habana, si bastara una canción… y un programa de radio

No es una revista radial similar a otras, es la revista que comunica las labores que acomete el Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. “La entidad clave de la Oficina del Historiador, encargada de estudiar el territorio y delinear su desarrollo integral, no podía dejar de tener un espacio propio mediante el cual la ciudadanía conociera de voces autorizadas, lo que acontecía en la zona y repercutía en su beneficio”, valora en entrevista exclusiva María Victoria Pardo, directora de la revista radial.

Surgida desde el mismo momento en que se decidió fundar la emisora, Habáname se ha convertido en un espacio imprescindible de la parrilla de programación de la voz del patrimonio cubano; ha expandido su mensaje hasta llegar casi la totalidad de provincias del país, y cuenta además con servicio de audio real por internet.

“Este es uno de los espacios fundadores de Habana Radio, por lo que surgió el 28 de enero de 1999 cuando el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, tuvo la gran idea de fundar en fecha gloriosa, una planta radial que difundiera el proyecto rehabilitador del centro histórico habanero, hito en la radiodifusión nacional”, rememora Pardo. 

¿Durante estos años al aire cuánto han aprendido haciéndolo?

“¡Muchísimo! Más allá de los conocimientos adquiridos para nuestras respectivas profesiones, hemos aprendido intercambiando saberes entre los miembros del equipo, complementándonos. Y en ello ha influido la integración y profesionalidad, capaz de rediseñar el espacio según las exigencias de cada momento.

.Conformamos una verdadera familia las historiadoras del arte Yamira Rodríguez, talentosa conductora fundadora del espacio que muy pronto adquirió la técnica radial; y Patricia Andino, autora de una sección de actualidad con chispa y mucha aceptación de los radioescuchas; el periodista Rolando Aniceto «El Caminante», quien nos presentó temas de la historia y el costumbrismo con el más fino humor criollo hasta mediados del 2020 cuando tristemente falleciera; una servidora, también periodista, directora del programa y locutora de varias secciones de interés; la arquitecta Ayleén Robainas, la más reciente adquisición devenida una especie de alfabetizadora sobre regulaciones urbanas y el bien actuar en la ciudad; y del otro lado del cristal, el realizador artístico Raúl Pérez Rojas, sobresaliente por su carisma, humildad y dominio de los artilugios de la radio”.

¿Es hoy Habáname uno de los programas insigne de la emisora, a qué cree que se deba?

Considero que lo es desde el momento fundacional cuando la dirección de la emisora tuvo a bien convocar a especialistas de la propia Oficina del Historiador con cualidades para la comunicación y/o conocimientos de la radio, a que organizaran y condujeran programas. Esa iniciativa surtió un gran efecto en la programación y Habáname no fue una excepción. Su equipo cerró filas en torno al objetivo supremo de dar cobertura semanal a las principales acciones y proyectos del quehacer rehabilitador liderados por la Oficina del Historiador y recrear temas costumbristas, del patrimonio local, nacional, e internacional. ¿Quiénes estarían mejor preparados para transmitir conceptos sobre historia, urbanismo, arquitectura, planes de desarrollo, que los propios hacedores de la rehabilitación? 

¿Cuántos proyectos personales y profesionales ha visto realizados o ha podido realizar por y a través de este espacio?

Me inicié como directora del espacio justo cuando comencé a trabajar en el Plan Maestro, en octubre de 2000. Siempre cuento que el entonces director de esta entidad, Rafael Rojas Hurtado de Mendoza, de feliz memoria, me tomó de la mano –literalmente– y me llevó a la oficina de la directora de Habana Radio, Magda Resik. Juntos me dieron la tarea que cumplo hasta el día de hoy, la de estar al frente de un programa que ha permitido relacionarme y aprender de los colegas que cada lunes asisten al espacio como invitados para hablar de proyectos arquitectónicos o urbanísticos, investigaciones históricas o sociales, hallazgos arqueológicos, perspectivas de la colaboración interinstitucional, estrategias medioambientales. Ellos son verdaderas fuentes de aprendizaje del devenir en zonas patrimoniales y centros históricos.

Aunque tenía experiencia en la radio, hasta el momento de incorporarme a Habáname solo había realizado labor periodística como redactora, reportera y conductora de espacios informativos en otros medios de prensa. Habana Radio propició esa iniciación que tanto agradezco en la dirección de un espacio especializado como este, labor que se beneficia gracias a mi afiliación al Plan Maestro, donde logro el conocimiento la preparación del mismo. Y también a la inversa: devuelvo mucho de lo aprendido aquí a Plan Maestro, cuando asumo el periodismo en la página web y las redes sociales, y la edición de publicaciones técnicas vinculadas al urbanismo, la obra social, y el manejo y la gestión de zonas de altos valores patrimoniales. 

 ¿Cuánto de Leal conserva en su interior Habáname?

Su esencia de comunicador por excelencia, su admirable oralidad, su expresión certera y vocación humanista para defender asuntos concernientes al patrimonio que siempre lo acompañó y del que bebimos y aún continuamos bebiendo cuando los escuchamos una y otra vez.

También la disciplina, rigurosidad y respeto a los oyentes al sentarnos ante el micrófono en cada emisión. Guardamos con amor y responsabilidad la coincidencia feliz de que nuestro programa sale al aire cada lunes a las diez, después de su espacio de grabación para Tribuna del Historiador. Llegábamos temprano a preparar el programa y aún estaba ahí dando entrevistas a medios cubanos o extranjeros, verdaderas lecciones para todo el que escuchaba. Luego, entrábamos al estudio justo cuando él salía, pero se quedaba su verbo rutilante impregnado en el espacio físico, algo que nos acompañaba y nos acompañará siempre. 

Ha sido este 2020 un año de retos para la radio cubana ¿Cómo lo ha enfrentado este espacio dentro de Habana Radio?

En primer lugar estando a la altura de lo realizado por nuestra emisora en tiempos de pandemia y cumpliendo las orientaciones. Por razones obvias, realizamos todo el proceso desde casa por vía telefónica: la selección, coordinación e investigación de los temas, la grabación y la edición. Agradecemos muchísimo a los invitados que en condiciones tan adversas acceden a participar, propiciando que no merme la calidad del espacio, lo cual podemos constatar a partir de los mensajes alentadores por las redes sociales de los oyentes files, aún en estos tiempos difíciles. 

¿Qué retos tiene por delante el programa dentro de la parrilla de una emisora como Habana Radio?

Acercarnos cada vez más a las expectativas y demandas del público asiduo al programa, con la actualidad de la obra de desarrollo integral que llevamos adelante en el Centro Histórico desde el discipulado de nuestro Maestro, Eusebio Leal.

Es María Victoria Pardo y el equipo de realización de Habáname un ejemplo eficaz de lo que tal vez sea la particularidad más llamativa de Habana Radio: un equipo formado en su gran mayoría por colaboradores cuya principal especialidad o profesión difiere de la comunicación y, sin embargo, han encontrado en la radio y las bondades de comunicar, una extraordinaria vocación.

Cada emisión de Habáname constituye un agradecimiento no solo a la inmensa obra de restauración emprendida por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana bajo el inigualable liderazgo del Doctor Eusebio Leal, sino también a la entrega incondicional de quienes aman la radio casi tanto como a su hermosa ciudad.

 

 

 

 

 

 

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