Un buen Amigo desde la Radio: Mi amigo Chiqui-Chi

Con un cuento como hilo conductor, se desarrollan todos los espacios del programa infantil que mantienen vivo a un colectivo de realizadores, quienes en su mayoría trabajaron para el también programa infantil La Maga Vaguísima, que transmitía en el mismo espacio la mencionada emisora capitalina.

Este elenco liderado por la periodista y directora de programas infantiles para la radio Juana Caridad Dueñas (Cuqui), trabaja cada jornada dándole vida a un muñeco de trapos y sus amigos, para llevar desde la radio a los niños un espacio lleno de enseñanzas, valores y amor.

Mi amigo Chiqui-Chi nació un primero de junio del año 2009, fecha muy a tono con el programa pues este día se celebra el Día Internacional de la Infancia. Desde los comienzos se mantiene la misma dramaturgia en los espacios, donde las escritoras, entre las que figuran Amalia Santos, Elena López, María Elvira Fernández, Maira y Olga Lidia Martínez, realizan los guiones que integran en su mayoría dos canciones infantiles, un cuento, adivinanzas, trabalenguas, chistes, todos relacionados con el tema que se trate en el espacio.

Al decir de Amalia Santos, una de las guionistas del programa, los cuentos pueden tratar diferentes temáticas, los símbolos patrios, el cuidado de las plantas y los animales, el medio ambiente, se impulsan valores como la amistad, el respeto hacia las personas mayores, entre otros, pero siempre de una manera muy instructiva y fresca para que los niños puedan entender las enseñanzas que se les quiere transmitir.

En la búsqueda de un aprendizaje cada mañana se presenta Mi amigo Chiqui-Chi, con un elenco de actores digno de admirar si destacamos que cada uno interpreta varios personajes a la vez sin importar el sexo del mismo. Perfectamente, Iris Sobeida quien generalmente es una cotorra, puede hacer el personaje de un gato o cualquier otro animal del bosque; lo mismo ocurre con Sergio Pons, Greta Romero e Isaily Meriño, quienes integran también a los actores del programa.

Un diálogo cariñoso se establece entre el muñeco y su dueña, Susana, una joven universitaria quien enseña e instruye a su amigo que conserva desde edades muy tempranas de su niñez. Este personaje es interpretado por la actriz Isaily Meriño, quien quizás se conozca también por dialogar en la pantalla con el televisor en el espacio “Tiene que ver” que transmite la televisión cubana. “Intento acercarme siempre a los niños, entender y analizar sus pensamientos y acciones, para de esta manera desde Susana y con la ayuda del muñeco, poder aconsejarlos y guiarlos”, comentó la actriz.

Desde la radio se pueden lograr infinidades de acometidos relacionados fundamentalmente con la actuación. Es este caso la magia se logra a través de un muñeco que los niños y sus creadores se imaginan de trapos, grande y de cabeza plástica con gorra, que le gustan los pastelitos y es muy astuto, pero lo más asombroso para muchos admiradores del espacio es que interpretando la voz del ocurrente personaje se encuentra la joven universitaria, Greta Romero, quien desde muy temprana edad, trabaja con mucha sapiencia y dedicación desde la radio para los niños, y en la actualidad ha perdido su nombre para apodarse Chiqui-Chi.

chiqui-chi2“Chiqui-Chi es in muñeco que se parece mucho a los niños, es retozón, le encanta jugar y hacerle travesuras a Susana, pero también es un muñeco que le gusta indagar, saber, por lo que se acerca mucho a las características de los niños ya que estos pueden verse reflejados en él. Tiene amigos, primos, le cuenta a su amiga sobre las travesuras que hacen los demás muñecos en la escuela”, comentó Greta Romero.

Reconocimiento y agradecimiento por parte del público tienen los realizadores de este espacio, cuentan innumerables anécdotas donde se demuestra la aceptación del programa, pero en sus horarios de transmisión solo esperan poder llenar los corazones de los más pequeños de la casa.

La directora del programa Caqui Dueñas opina que Chiqui-Chi le ha permitido educar, formar, enseñar, entretener y enriquecer en todas las manifestaciones de la vida desde la radio a los niños, a través de la música, los cuentos, las adivinanzas, y siempre desde su lenguaje, de manera tal que sea entendible para ellos.

El nombre Chiqui-Chi es la onomatopeya del sonido del guayo, y es a su vez un ejemplo más de cuánto se puede hacer para los niños desde la radio. Si no pudo escuchar el programa a las siete de la mañana, tiene oportunidad nuevamente justo a las cinco y cuarenta de la tarde también por Radio Metropolitana, sea entonces partícipe junto a sus hijos de las travesuras de un muñeco que se puede convertir en Mi amigo Chiqui-Chi.

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