Radio 26, la de tu (mi) corazón

Es en el hogar donde depositamos nuestros sueños, donde convivimos con la familia, donde primero aprendemos a crecer. Suerte que tenemos algunos de tener dos lugares a los que acudir cuando las tempestades del día a día nos atosigan y no encontramos puerto seguro más allá de ese espacio.

Corro el riesgo de repetirme al catalogar a Radio 26 como mi segunda casa, mas lo asumo ante la imposibilidad de mirar a la emisora con ojos que no sean de total dicha por la seguridad de la permanencia, de agradecimiento por lo mucho que me ha impulsado a asumir retos con sueños de futuro. Y es que esta no es como cualquier otra institución.

Segura de la importancia de los 60 años que comparte con la Revolución cubana al ser esta la primera planta radial comprada por el Movimiento 26 de Julio, el 23 de diciembre de 1959, y la trascendencia de los profesionales que me antecedieron y labraron el camino para que esta fuera la emisora que es hoy, no puedo menos que sentirme honrada por la oportunidad de convivir con otros tantos que construyen la historia de la radio matancera día a día.

Sintiendo como míos sus desasosiegos y frustraciones, alumbrándome la vida con cada satisfacción suya, aprendiendo con sus errores y aplaudiendo sus andares seguros, no excentos de tropiezos, Radio 26 me ha ayudado a superar obstáculos y miedos, a asumir acasos y convertirlos en certezas, a amar mi profesión como a pocas cosas en la vida.

Puedo afirmar que es en la emisora que hoy cumple seis décadas de vida donde me siento como pez en el agua: sedienta de nuevos saberes, satisfecha del camino recorrido y preparada ante los retos de la creación. Celebro así sus 60 años con el orgullo de quien se siente deudora de su historia, parte de su presente y comprometida con su futuro.

Desde mi temporal ausencia de esta radio, la de tu corazón y el mío, ahora más que siempre estoy segura: volver será un aliciente porque después de tan bienvenida pausa no habrá algo tan placentero como regresar a mi segunda casa.

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