por “Yo me siento muy contenta con este reconocimiento porque lo veo como un despertar de la especialidad, un reconocimiento a la labor nuestra”, destaca.
Con su elegancia y entusiasmo llegó al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) en la década de los 80 del pasado siglo, al entonces Departamento de Prensa y Relaciones Públicas del organismo, y desde entonces y junto a otros compañeros llevó a cabo una importante labor en dicha área, y que se hizo extensivo a las emisoras de todo el país.
También fue una prioridad en 1992, la campaña por consolidar el slogan Radio Cubana, con imagen, color y música completamente nuevos. A partir de ese proyecto, “la radio comienza a integrarse con un sentido de pertenencia, como un sistema”, señaló.
Por su proyección como ser humano, dedicación, responsabilidad, y profesionalidad, Mirta es un ejemplo a imitar y se ha ganado el respeto de quienes la rodean.
Pero, además de fungir como Directora de Comunicación de la Radio Cubana, es una destacada promotora cultural, lo que valida el otorgamiento de tan alto reconocimiento, y en ese sentido ha desarrollado varios proyectos a partir del convenio Cultura-Turismo, como “Honrar honra” (duró entre 8 y 10 años) que atendía a personalidades del medio radiofónico y la cultura. “Compartir con ellos era un momento de alegría”, expresa con orgullo.
Otro hecho que recuerda con agrado son “las tertulias en el Hotel Vedado; las dirigía Douglas Rodríguez, bajo la conducción del actor y locutor Julio Alberto Casanova; se promovían las actividades y efemérides de la radio y se reconocía a figuras y trabajadores destacados de todas las manifestaciones culturales; vinculado esto a un espectáculo que propiciaba la presencia de jóvenes valores y figuras consagradas”.
“Cita en el amor” tuvo su sede en el Museo Nacional de Artes Decorativas, junto a Manolo Sabit, excelente cantautor, que fue el creador de ese proyecto e invitó a la radio. ”Teníamos una sección llamada Somos de la Radio Cubana, que dedicábamos a la presentación de programas, y participaban locutores, actores, actrices; reconocíamos a los premiados de la radio y la televisión y a veces contábamos con la presencia de un médico que daba consejos de salud, y la presentación de varias manifestaciones de la cultura. Ahora estamos cambiando de lugar”.
Habilitada como locutora ha tenido la oportunidad, aunque no como deseara, de ejercer esa profesión en Radio Cadena Habana; también en cabinas en Radio Taíno. Además, Mirta es coordinadora del Encuentro Nacional de Locución.
Ha escrito guiones de espectáculos y actos de premiaciones. “Disfruto mucho el sistema de condecoraciones de la Radio Cubana, he trabajado por mantenerlo y perfeccionarlo y se han incorporado otros con instituciones, no solo para las emisoras nacionales, sino también para las provinciales y municipales y estoy muy complacida con la creación del Día de los Técnicos de la Radio”.
“Yo también sufro mucho con este trabajo porque me entrego mucho a esta actividad; me implico más allá de lo profesional y laboral, y entro en el plano personal y me cargo de preocupaciones, pero me siento bien porque soy muy inquieta”.
“Este trabajo es muy grato por la parte humana de tratar a los públicos, tanto internos como externos, a los premios nacionales de radio, fundadores del medio, jubilados, para estimularlos, conocer sus preocupaciones, compartir con ellos, en general tratar a las personas que requieren de mucha atención”.
“Siempre he trabajado en reconocer a los demás y cuando me toca a mi me sorprendo, pero si he podido avanzar en este trabajo ha sido gracias al apoyo de los dirigentes del ICRT, y aunque a veces estoy muy cargada me siento bien, está en mi, soy muy intranquila. Este año disfruté muchísimo el aniversario 95 de la Radio Cubana y este reconocimiento que se entrega en el marco de la Jornada por la Cultura Cubana me da nuevos bríos”.
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