por En la etapa aumentaron progresivamente los niveles de cobertura y receptividad y se avanzó en la digitalización de la señal de audio que requirió a su vez la ampliación del ancho de banda y la instalación de la fibra óptica.
Asimismo, se incrementó el caudal de medios tecnológicos con que cuentan periodistas y realizadores como tablets, teléfonos celulares con la prestación de Internet por datos móviles, grabadoras digitales y cámaras fotográficas. No obstante, varios departamentos informativos demandan aún de computadoras.
Entre las principales insatisfacciones figuró la deficiente superación profesional y la débil presencia de la actividad científica. También se exhortó a la práctica de la crítica responsable como recurso para corregir la sociedad.
Se dieron pasos, además, hacia la conservación del patrimonio sonoro que incluye trabajos periodísticos, promociones, programas y la cobertura de sucesos históricos. En ese sentido se dificulta el control de las estadísticas, las evidencias que avalen la trascendencia de un determinado producto y la tecnología que posibilite la salvaguarda de la herencia radial.
Por otra parte, el éxodo de los jóvenes hacia labores mejor remuneradas mereció una reflexión de Yirmara Torres, presidenta de la Unión de Periodistas de Cuba en la provincia, quien informó que se comenzará un diplomado de reorientación al periodismo como solución emergente a la emigración de los egresados universitarios.