El lenguaje y la comunicación social en la radio

El lenguaje constituye un imprescindible medio de comunicación y de expresión. Mediante este, el hombre no sólo construye su pensamiento, sino que está en condiciones de exteriorizarlo y transmitirlo a los demás. Se evidencian así las dos funciones esenciales del  lenguaje: la noética y la semiótica.

La expresión oral es el principal sistema de comunicación. Todos los demás se reducen a él. ”En efecto, el lenguaje escrito no es sino la fijación mediante unos signos gráficos de lo que decimos hablando”. (Carreter, F.L. 2001:17).

La adquisición de las pautas de la comunicación permite la socialización de las personas, de ahí que aprender a comunicarse es asimilar a interpretar el mundo circundante. Los periodistas, locutores y profesionales del medio son puentes paradigmáticos de la comunidad destinados a educar con la palabra.

Los que laboramos en la radio, profesionales de la comunicación debemos conocer cuál es la correspondencia entre comunicación y cultura, hasta el punto subliminal de no poder distinguirlas desde una perspectiva pragmática, ya que comunicar implica cómo se vive. Por este motivo, cuando se desarrollan las capacidades comunicativas, no se reduce a la comunicación lingüística, sino también a madurar como personas e integrarnos al contexto sociocultural.

La radio como  institución de la comunicación crea un espacio interactivo entre el oyente y los realizadores bien definido, tanto a nivel general, institucional y particular. Es necesario formar en el periodista  una concepción científica del mundo, desarrollar sus capacidades y habilidades, crear juicios, conceptos y valores éticos y estéticos; además de brindar en el proceso comunicativo, independencia en los enfoques de la realidad.

El colectivo de trabajo de una emisora debe ejercer un sistema de influencias que elimine las incorrecciones en la comunicación manifestadas por algunos periodistas y locutores como causa de los modelos familiares y el medio circundante, entre otras. Esta tarea implica procurar una formación capaz de favorecer los procesos de una labor permanente que coincida con los progresos de la ciencia, la técnica y el pensamiento crítico-reflexivo sobre la sociedad y la cultura. Cada emisora de radio debe ser una escuela en contacto con la Universidad más cercana.

Por consiguiente, la lengua materna es determinante en la defensa de los valores, ya que el proceso que asocia el lenguaje al pensamiento constituye un reflejo de la realidad y vía para transformarla. Deviene en este accionar, asumir una nueva toma de conciencia donde la comunicación forme parte del verdadero proyecto de vida. El trabajo sistemático, unido a la recepción gradual de estas reflexiones, hace meditar  en el tratamiento de las habilidades de la expresión oral.

La formación del profesional de la palabra en Cuba, se sustenta en una pedagogía revolucionaria, no sólo porque se desarrolla en un país con una revolución socialista, sino porque en su concepción está presente el carácter transformador de la ciencia y su  estrecho vínculo con la realidad social.

El desarrollo de la expresión oral es una tarea de gran importancia para los profesionales de los medios audiovisuales, al ser considerados modelos de comunicación; por cuanto, el lenguaje no sirve solamente para establecer este proceso, sino que participa en la propia elaboración del pensamiento. De ahí la necesidad que se comprenda el deber de aprender a pensar, a formar un pensamiento teórico y reflexivo, que  permita expresar los juicios, valoraciones, ideas sólidas y criterios propios, teniendo en cuenta el nivel de compromiso para la formación integral de la sociedad.

Desde que el hombre comenzó a hablar, la palabra se convirtió en el más importante medio de comunicación, aunque se valió de otros códigos no verbales para poder comunicarse, como el gesto, la acción, los sonidos, aún pobremente articulados o aquellos que se originaban por la interacción de palos, los golpes de tambor, etc. Estos constituyeron los primeros recursos que usaron los hombres para comunicarse entre sí y hacer llegar a las demás generaciones. Las necesidades prácticas de los hombres en sus relaciones sociales, propiciaron fundamentalmente el origen del lenguaje.

En la exposición que realiza Engels en: El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, resume de manera genial el surgimiento del lenguaje: “Los hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de decirse algo. La necesidad creó el órgano”. (Engels, F. 2002:142).

El lenguaje constituye un elemento valiosísimo en las relaciones del individuo como ser social, pues el mismo es el medio fundamental de adquisición, fijación y transmisión de los conocimientos. A través de la palabra el hombre fija su conocimiento de la realidad y elabora los conceptos, lo que pone de manifiesto la indisoluble relación  que existe entre lenguaje y pensamiento, este último tiene como función esencial reflejar la realidad objetiva que el hombre conoce y elabora los conceptos, lo que pone de manifiesto la indisoluble relación  que existe entre pensamiento.

 

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