Naturaleza especial de la radio

Cada país ha encontrado diferentes formas de hacer la producción radiofónica y siempre ha sido un tipo de comunicación donde la técnica ha jugado un papel significativo pero en estos momentos lo es todavía más. En las emisoras donde los productores aplican los modelos digitalizados de programación radiofónica, no trabajan directamente vinculados a los sistemas de emisión sino que alimenta una máquina que se interpone entre ellos y la emisión. Esta cuestión cambia los modos de producción y también el material producido, de manera que, en consecuencia, cambia también al productor. Sin analizar, de momento, en la valoración ética de todos y cada uno de los aspectos de esta cuestión, vamos a considerarlos por separado.

El productor, que es quién más nos interesa, adopta una serie de percepciones; por una parte, la creencia relativa de que el ordenador es “una máquina que todo lo puede”, una súper herramienta, lo que no deja de tener cierta lógica, puesto que al fin y al cabo puede hasta quitarle el trabajo, si se toma en cuenta que en el ordenador está toda la música y sólo es darle un orden horario con estrictas regulaciones que los conductores o comunicadores no pueden cambiar. También hay radioemisoras comerciales donde sólo existen computadoras y un programador de espacios.

Estamos hablando de una producción radial implantada con la técnica digital pero que nada tiene que ver con las formas de producción en la radio cubana. En Cuba se aplican estas ventajas de la tecnología y ello posibilita un mayor tiempo para la producción y el planeamiento de ideas.

Las facilidades que permiten la tecnología digital en la elaboración de un producto comunicativo se pueden describir de la siguiente manera:

Primero: El sonido de las reproducciones no se ve afectado aunque tenga que repetirse múltiples veces la operación.

Segundo: La precisión en el montaje es superior al sistema analógico.

Tercero: Los niveles pueden ser más balanceados aunque sean adquiridos de diferentes fuentes.

Cuarto: El tiempo de realización se reduce extraordinariamente porque no es necesario escuchar a tiempo real el documento sonoro.

La Radio se ha convertido en la herramienta ideal para las comunicaciones, pues es el motor generador en la problemática de la segmentación de las audiencias que acabará por consolidar la dinámica y la redefinición de la mezcla de medios.

Es imposible concebir cualquier propósito en la comunicación donde no se tenga en cuenta el medio radial, pero será importante la creatividad que los realizadores radiales le impriman cada día a los productos comunicativos que cada emisora emita.

Hay que tener en cuenta que algunos de los medios alternativos (casseteras, videos, DVD) no podrán producir mensajes, sólo emiten sonidos repetitivos sin que ello contenga otra información, es por ello que cuando vivimos el siglo de la “economía de los servicios” tenemos que fortalecer el carácter utilitario que el medio radial posee y la facilidad con que este puede brindar información actualizada y recurrente.

El cambio que se está produciendo en nuestro continente es importante para que el medio radial acompañe y ayude en su materialización desde una posición honesta y honrada.

En este sentido podemos acudir a las ventajas que nos ofrece la digitalización y la conectividad de Internet para comenzar a utilizarla en una radio interactiva no sólo con diferentes lugares del país sino que se puede interactuar con otras regiones del mundo como ya se ha comenzado en los foros interactivos pero sólo por Internet: Estos Foros pueden tener una expresión simultanea en la radio para todos los públicos.

La creatividad no puede ser un concepto abstracto, sino por el contrario, tiene que ser asociado a todo lo que hacemos: capacidad de inventar algo nuevo, de relacionar algo conocido de forma innovadora o de apartarse de los esquemas de pensamiento y conducta habituales.

Para nadie es un secreto que la radio es el medio de comunicación más personal que existe. Esta naturaleza tan especial de la Radio hace que posea un perfil de difusión, particularmente íntima de tú a tu, que no tienen los otros medios y que es uno de los principales ingredientes de su connotación mágica como medio de comunicación. La calidad del servicio no depende de su cantidad ni su diseño, sino de la relación que se logre promover con el oyente.

La calidad siempre se dice que tiene que estar avalada por el oyente, otros dicen que «la calidad según el oyente». Calidad objetiva no siempre equivale a calidad apreciada. Aunque no se debe asumir criterios simplistas de calidad por el hecho de que “eso es lo que quiere el oyente”.

Se debe siempre explorar nuevas ideas y proyectos con diseños que puedan resultar interesante sobretodo si con ello se pretende dar respuestas a inquietudes del potencial de audiencia y a políticas o estrategias que están trazadas por órganos rectores y proyectadas en bien de la sociedad.

En el proceso de la comunicación, lo importante no es el que emite sino el que escucha. El primero debe adaptarse al que escucha, tiene que entender cuál es su lenguaje, sus códigos, expectativas, cultura, motivaciones y deseos. Comunicar no es algo que le hacemos «a» la gente, sino «con» la gente. La comunicación eficaz es interacción, debe producir una propuesta de cambio en su destinatario. Los resultados de la comunicación deben ser verificables y evaluables.

Cada cambio, o mejor, cada espacio deben tener una explicación, un tiempo y un “techo” modificable, no puede obedecer sólo al criterio especializado sin que se sustente en datos consecuentes de investigaciones profundas.

Tener en cuenta el espectro de las demás emisoras para no repetir o presentar diseños diferentes que constituyan verdaderas opciones para que los medios no se anulen unos a los otros, sino que se combinen. Lo que hace nuestra sociedad mediática es la combinatoria, la complementariedad y la interactividad de los medios, para nada vale la repetición mimética de lo que otros hacen y menos aun si son de medios con lenguajes diferentes.

Otra particularidad especial de la Radio es la característica móvil de sus audiencias, que le da una gran franquicia integral como objetivo de comunicación que no ofrece otro medio.

Hoy día todos reconocen el valor de la Radio en un mundo cada vez más individualizado y esta característica es una de sus principales ventajas. Es por ello que necesitamos un pensamiento abarcador, universal. Necesitamos nuevas herramientas que nos ayuden a pensar, decidir y actuar.

No siempre es necesario que la comunicación esté a la moda. Pero sí debe ser contemporánea. Lo que no esté relacionado con el presente no interesa generalmente.

Sin embargo, la radio conserva un especial significado: es uno de los medios de comunicación más antiguos, sencillos, baratos y duraderos. La radio puede ser móvil, como la del auto, o escucharse en total intimidad a través de los audífonos. Sirve de ambientación sonora en ascensores y tiendas. A veces surge hasta en el teléfono mientras esperamos que nos pasen una llamada o en la telefonía celular o móvil donde ya hay servicios de radio vía Internet y otros. La radio posee en la vida moderna una extraordinaria ubicuidad.

Al analizar la Radio, existe un factor que ha incidido en el limitado conocimiento que se tiene sobre el medio y se refiere a los pocos estudios que se hacen para conocer aspectos sobre su eficacia y sobre las reacciones del receptor con respecto a la Radio. Pero ante esta carencia que creemos transitoria, hay suficientes argumentaciones para ratificar que la Radio sí es un vehículo efectivo como medio comunicación.

Al diseñar un investigación social debe contemplar aquellos aspectos que significan al medio, lo que debe darle su identidad, para comprobar si el diseño de programación está en consonancia con su audiencia potencial.

Potenciar estos resultados entre los creativos, especialistas y directivos es la sabia que debe alimentar nuevas ideas, recuperación de espacios perdidos o no alcanzados.

Por tales razones, en la producción radial deben ser aprovechados todos los avances tecnológicos que logren productos comunicativos de mayor atractivo para los oyentes, pero no emplearlos como se usan los medios alternativos como el MP3 u otros que sólo reproducen y no pueden actualizar con inmediatez lo que sucede en su entorno.

 

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