Un mural visible y que da fe de la óptima forma en que llegaron muchos de los 11 551 deportistas que en definitiva están pugnando por dejar su legado.
Así, por ejemplo, los ciclistas británicos Laura Trott y Jason Kenny comprometidos para casarse en septiembre, una vez tomen un respiro tras los juegos, se agenciaron foja perfecta de cinco preseas de oro en las pruebas en las que incursionaron.
Trott suma cuatro títulos, y a sus 24 años se erige como la atleta británica más exitosa en suelo carioca.
Según refiere BBC mundo, de ser considerados un país, Trott y Kenny ya estarían ubicados en el décimo tercer puesto en la tabla de medallas, por encima de España, Jamaica, Brasil y el resto de los países latinoamericanos.
Antes de Río, 230 parejas que se comprometieron, casaron o participaron juntos en algún momento en unos Juegos Olímpicos han ganado medallas y 66 de ellas han sido de oros, refiere el citado artículo.
Algunas como Steffi Graf (oro en 1988) y Andre Agassi (oro en 1996) han tenido más renombre. Otras también han obtenido el título en el mismo deporte en las mismas olimpiadas, como los triatletas Jan Frodeno y Emma Snowsill, en Beijing 2008.
Hay quienes han obtenido más de una medalla de oro, como la patinadora Anni Friesinger, con tres, y su esposo, Ids Postma, quien obtuvo una en 1988. Pero hasta ahora nadie se acerca a la hazaña de Trott y Kenny.
Y posiblemente la cuenta aumente ya que el dúo británico podría participar en los próximos juegos de Tokio en 2020, ya que ella tiene 24 años de edad y él 28.
Así desembarcamos, a ritmo de bielas, en los récords, pues hasta este minuto se han quebrado en la Ciudad Maravillosa 66 récords olímpicos y 24 universales.
Sería maratónico mencionarlos todos, pero a continuación les ofrecemos algunos de los más interesantes.
Como disciplinas, el campo y pista y el levantamiento de pesas, siempre son de las más pródigas en cotas absolutas.
En el llamado deporte rey sorprenden hasta este minuto los de la fondista etíope Almaz Ayana en los 10 000 metros. Sus 29:17.45 minutos rebajaron en poco más de 14 segundos la cota anterior.
Igualmente la martillista polaca Anita Wlodarczyk (82.29) enmudeció el Joao Havelange llevando su implemento a una órbita completamente desconocida.
Humo destilan aún las zapatillas del sudafricano Wayde Van Niekerk. Sus 43.03 segundos en la vuelta al óvalo sepultaron a una leyenda de la talla del estadounidense Michael Jhonson (43.18).
Sobre la plataforma, y soportando el peso de kilogramos inéditos, el chino Quinquan long (56 kg) con biatlón de 307, y los 473 del georgiano Lasha Talakadze (+105).
Dos ondinas de otra dimensión, la húngara Katinka Hosszu y la estadounidense Katie Ledecky.
La primera fijó el tope de los 400 combinados individual en 4:26.36 minutos, superando por más de dos segundos el registro precedente de la china Shiwen Ye, mientras Ledecky pulverizó par de registros, entre ellos el de los 400 metros estilo libre (3:56.46).
El tiro deportivo, el tiro con arco con los fenomenales 700 puntos en la ronda olímpica del sudcoreano Woojin Kim, también clasifican como notas supremas sobresalientes.
Igualmente de otra dimensión, los 42.440 segundos del binomio de la velocidad británico.
La kayacista neozelandesa lisa Carrington, también integra la relación, amparada por 39.864 segundos en el kayak monoplaza a 200 metros.
Ocho especialidades que han visto removerse los cimientos de sus cotas absolutas.
En el llamado deporte rey confío en que continuarán cayendo primacías. Río no defrauda, pese a los múltiples inconvenientes, la calidad atlética ha estado más que asegurada.