Trovada en honor a un imprescindible de la cultura cubana

La noticia fue difundida por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en una publicación compartida en su perfil oficial de la red social Twitter.

A criterio del periodista Francisco Martínez Chao, de Radio Habana Cuba, si alguien en la República de Cuba conocía el ADN de los cantares trovadorescos, ese era Lino Betancourt.

«En los escondrijos sonoros de un viejo fonógrafo Lino Betancourt descubrió la riqueza de las canciones de Sindo Garay, María Teresa Vera, Manuel Corona Y Rosendo Ruiz, entre otros íconos del universo trovadoresco que en sus años mozos halló en Santiago de Cuba», apuntó Martínez Chao.

Este martes artistas e intelectuales de la isla rindieron merecido homenaje póstumo a Lino en trovada acontecida en el Instituto Cubano de la Música.

Eliades Ochoa, Voces del Caney, Vionaika y el Trío Palabras, Gerardo Alfonso, Manuel Argudín, Heidi Igualada, Augusto Blanca, Eduardo Sosa, Pepe Ordaz, y Pancho Amat, acompañados de la Presidencia y trabajadores del ICM, evocaron la grandeza humana e intelectual de quien se dedicó a desentrañar, principalmente desde la historiografía, el decursar de géneros de la música tradicional como la trova y el son.

Asimismo, se preocupó por reconocer a muchos de los protagonistas olvidados de la historia de la música nuestra, haciendo especial énfasis en la cancionista cubana.

Su ímpetu investigativo sumado a la combinación entre las herramientas historiográficas y periodísticas que poseía, le permitió transitar desde textos puramente históricos hasta las crónicas más sensibles.

Toda la experiencia acumulada a lo largo de los años, propiciaron se convirtiera en una voz autorizada para hablar de música cubana tanto dentro como fuera de la isla. Su labor como conferencista en países de América, Europa, África y Asia ayudó a difundir y socializar aspectos tanto de la música cubana tradicional como contemporánea.

Lino Betancourt publicó una valiosa obra en la que resaltan títulos como Compay Segundo (2000), La trova en Santiago de Cuba (2005), Siempre Compay (2009), Como la rosa, como el perfume y La trova y el bolero en Cuba (ambos del 2011), y Lo que dice mi cantar (2015), además de su reconocida labor como redactor de notas discográficas, sobre todo para los Estudios Abdala.

Por su vínculo estrecho y pródigo con la Radio Cubana, mereció el Premio Nacional del medio y la condición de Maestro de Radialistas, además de ser Artista de Mérito del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).

Fuentes: Web Suena Cubano, Perfil de Facebook del Instituto Cubano de la Música y notas de la Lic. Leannelis Cárdenas Díaz / Editor: Conrado Vives Anias  

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