Una Radio mambisa como su fundador

Junto con el desarrollo de la Radio en Cuba se tejieron sueños y realidades. Su historia va de la mano con esa otra mayor que es la de toda la patria.

Por ello no es posible escribir la historia de la Radio en nuestro país al margen de cada suceso nacional que a ellos permanece unida.

Los recuentos son importantes. El cuándo y el cómo surgió nuestra Radio es un componente ineludible para nuestra memoria.

Saber de todo esto es tan necesario como enterarnos de quiénes fueron nuestros antepasados y de dónde venimos, testimoniando todo el respeto que merecen. Nuestras bibliotecas y sitios web están felizmente abarrotados de esa información, fuente permanente de consulta.

Por lo antes expuesto, pienso que el recuento debe mejor dar paso a la proyección. Solo así lograremos vivificar la esencia de los orígenes manteniéndonos fieles, leales y consecuentes.

La Radio es ante todo, misión; la de informar y ser fuente continua de cultura y conciencia social. Es la voz del presente que parte desde la riqueza pasada y se proyecta con fuerza hacia el futuro.

Las y los radialistas de hoy estamos juramentados en el compromiso de hacer una Radio cada vez mejor. Nuestra lealtad como herederos exhorta a la continuidad, cuyo intrínseco significado consiste en hacer hoy una radio de nuestro tiempo con la misma entrega que nuestros predecesores hicieron la de ayer.

La continuidad histórica de nuestra Radio radica en su actualización de la mano de la ética y la profesionalidad que nos legaron nuestros predecesores.

A noventa y siete años del nacimiento de la Radio Cubana contamos con todo el caudal tecnológico del siglo XXI. Le sumamos la experiencia acumulada y ello significa no cejar en el empeño de que sus niveles de realización sean cualitativamente superiores.

La Radio, es también compromiso. Es fuente y al mismo tiempo depositaria. Da y recibe. Es en lo cotidiano, en el quehacer de cada jornada, donde halla sustento para recrear realidades, difundir lo bueno de cada día, señalar errores y proveer solaz, tan necesario como reconfortante para el espíritu.

A tres años de su primer centenario, la misión y el compromiso llaman a la proyección y a ser más profunda como requiere ser la Radio del pueblo cubano, la de su Revolución y de su obra edificante. Patriótica, revolucionaria, responsable y profesional; rebelde como en los días de la Sierra Maestra, intransigente y culta. Mambisa como su fundador.

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