Centenario de Enrique Núñez Rodríguez

Este 13 de mayo, el eminente escritor, guionista de radio y televisión, teatrista y humorista nacido en Quemado de Güines, entonces provincia Las Villas hoy Villa Clara, hubiera cumplido un siglo de fructífera e inolvidable vida y obra.

De sus padres (telegrafista) heredó la sensibilidad artística, el humor, el ansia de justicia social, la humildad y la sencillez; fue vendedor de periódicos, trabajador textil y del seguro, hasta descubrirse poeta y narrador en diversos medios y soportes. Con 10 años de edad fue colaborador periodístico en diversas publicaciones estudiantiles, y desde 1936, en una revista literaria de la izquierda cubana.

En los años 40´s vendió su bicicleta y fue a vivir a La Habana, donde casi por azar devino columnista de humorismo social y político en los periódicos Siempre, Pueblo y Zig-Zag, semanario humorístico en uno de los diarios de mayor aceptación durante la República, donde publicó sus crónicas de 1959 sobre los inicios de la Revolución.

En 1948 debutó en la radio escribiendo la sección “Cuba en llamas” de la radioemisora COCO, espacio de sátira política y emisora que trasmitió sus primeros guiones, y pronto en la radio CMQ, donde se le asignó la urgencia de redactar los textos que los colegas artistas de esa emisora dedicarían a la trágicamente recién fallecida en notorio accidente, María Valero, lo cual, a pesar de lo distante de su identidad creativa cómica, lo destacó también.

Sustituyó por enfermedad al famoso humorista Antonio Castell y tras su deceso, devino en CMQ Radio guionista del espacio costumbrista de Chicharito y Sopera, que interpretaban Alberto Garrido y Federico Piñero; Cascabeles Candado, que protagonizaba Luis Echegoyen en su muy popular caracterización de “Mama Cusa Alambrito” (“la del alma grande y el cuerpo flaquito”), con lo que obtuvo un contrato exclusivo con la poderosa jabonera Crusellas, otro programa líder de la radio cubana que le abriría las puertas de la televisión; y entró de lleno en la radio al sustituir al escritor de la serie de aventuras Leonardo Moncada, “el titán de la llanura” (1949) protagonizado por Eduardo Egea y Ramón Veloz, aventura radial en la CMQ de enorme audiencia.

En 1949 estrenó en el teatro Martí que tanto amó siempre, sus obras Cubanos en Miami con Alberto Garrido y Agustín Rodríguez, que aludía a los cubanos que regresaban de turismo unos días e imitaban a los estadounidenses, a la que siguió Qué noche la de anoche y Acuérdate de Acapulco, que compartió con otros paradigmas de la cultura cubana como Rodrigo Prats, Eduardo Robreño, Alicia Rico y Candita Quintana; así como La chuchera respetuosa, protagonizada por Rita Montaner.

Militaba en el Partido Socialista Popular y en el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) de Eduardo Chibás, y colaboró con el Movimiento 26 de julio contra la dictadura batistiana; su comedia Gracias Doctor, ganó en 1959 la primera mención en el Premio Luis de Soto.

En 1962 se doctoró en Derecho en la Universidad de La Habana, profesión que abandonó para dedicarse a escribir y aportar muchas otras obras que engrosaron el mejor teatro vernáculo cubano, como Voy abajo y El bravo, y especialmente para televisión escribió otras comedias como Dios te salve comisario,Sí, señor juez, y La sirvienta.

Creó personajes inolvidables como “Ñico Rutina” que interpretaría magistralmente Carlos Moctezuma; en los años 70´s escribió y dirigió el espectáculo Me caso con una sirena, protagonizado por María de los Ángeles Santana y Armando Bianchi con la participación del cuarteto Los Zafiros, compartiendo creatividad con Feder Rodney y Joaquín M. Condall, en el Intearncional de Varadero y en Tropicana.

Asimismo aportó aventuras para televisión como la serie El mambisito, y su telenovela biográfica sobre la vida del médico cubano Carlos J. Finlay, obra que devino ejemplo del audiovisual y de la fusión de realidad y ficción, y fue muy popular como panelista en el tan gustado programa ¿Qué traigo aquí?, donde compartió crédito con otros inmensos de nuestros medios, tratando de adivinar lo inimaginable que llevaban a cada emisión.

Llegó a escribir tres programas diarios de diversos géneros, que sumaban 49 cuartillas durante diez horas diarias, todos con gran éxito de público.

En su vasta y trascendente obra resaltaban sus textos salpicados con anécdotas didácticas, su peculiar tratamiento y su rescate del más auténtico humor nacional, que también llevó al teatro.

Invitado a diversos Congresos en Europa, colaboró como profesional en Nicaragua, representó a Cuba en México en misión solidaria y brindó conferencias en varias provincias españolas.

La radio y la televisión se enriquecieron con sus libretos para los mejores programas de buen humor, desde acontecimientos radiales de los años 40 y 50.

Durante el Gobierno Revolucionario, se recuerdan en televisión su largo serial Si no fuera por mamá, de gran popularidad; el patrimonial y celebérrimo Casos y cosas de casa, que durante 14 años (cesó en los 60), cada noches de jueves a las 8.30 pm en Canal 6 CMQ cautivaba a toda la teleaudiencia y la familia cubana; entre sus últimos seriados, destaca Conflictos, protagonizado por Isabel Santos, Luis Alberto García (hijo), Beatriz Valdés y otros relevantes actores de nuestros medios; El pueblo y sus leyes; sin dejar de colaborar en la prensa escrita, incluidas publicaciones nacionales de prestigio regional desde los años republicanos de Carteles, Bohemia, Zig-Zag, Palante y DDT; en el diario Juventud Rebelde sus crónicas dominicales sobre la realidad cubana fueron muy populares entre 1987 hasta 2002, sin olvidar sus llamadas 99 “nuevas” crónicas.

Entre sus libros publicados se citan A guasa a garsin, grito de los choferes de taxi de su área natal reclutando clientela joven hacia la vecina ciudad de Sagua la Grande; Yo vendí mi bicicletaMi vida al desnudo, Gente que yo quise, Oye como lo cogieron, Martí y el humor, El vecino de los bajos (rótulo de su espacio en Juventud Rebelde en simpática alusión a cuando sus textos se publicaban compartiendo espacio en la página con trabajos de Gabriel García Márquez) y la novela Sube, Felipe, sube (colección Manjuarí).

Llegó a ser por el municipio Diez de Octubre, Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde fue Vicepresidente de la Comisión de Educación, Ciencia, Cultura y Tecnología; en el Parlamento, entre otras faenas, realizó la Audiencia Pública “Ser cultos para ser libres”, gestó el proyecto de Ley de Derecho de Autor y presidió el consejo editorial de la revista Mi Barrio, órgano oficial de los Comités de Defensa de la Revolución, y durante varios años fue Vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), reconocido con la Distinción de Héroe Nacional del Trabajo de la República de Cuba, la Réplica del Machete de Máximo Gómez, el Premio Nacional de Periodismo José Martí, en 2001 el Premio Nacional de Humorismo, se cita la Orden Félix Varela y en el año 2002, el Premio Nacional de Radio, además de muchísimas otras importantes condecoraciones, entre las que atesoraba con singular amor, la condición de Hijo Distinguido de Quemado de Güines, “la tierra del Guajirigallo”.

Falleció con 79 años de edad, la tarde del jueves 28 de noviembre de 2002, víctima de cáncer.

Pero aun en este año 2023 de su centenario, la Uneac y el periódico Juventud Rebelde han convocado al concurso periodístico de crónicas que en su homenaje, lleva su nombre, como uno de los más excelsos cronistas cubanos de todos los tiempos, para impulsar la producción de textos costumbristas.

Nos quedan sus enseñanzas que nos deben seguir formando y mejorando, por ejemplo cuando se le cita:

el humor sirve para decir las verdades más grandes del mundo, hacer reír sin ofender y, sobre todo, criticar sin vulgaridades”.

Autor

  • Dr. C. Avelino Víctor Couceiro Rodríguez

    (La Habana, 1957) Licenciado en Historia del Arte (1982) y Licenciado en Historia General (1986), Técnico Medio Superior en Arqueología (1984) y Técnico Medio Superior en Museología (1985), Doctor en Ciencias sobre Arte (2001) y Máster en Antropología con Mención en Antropología Sociocultural(2001), Diplomado en Historia General Contemporánea (2006), Profesor Titular de la Universidad de La Habana (2002) e Investigador Titular (Ministerio de Cultura y Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, 2004).

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