Los sucesos registrados en las últimas horas en Venezuela y Paraguay, unido a las maniobras injerencistas del señor Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), son una prueba inequívoca de que la derecha internacional busca desesperadamente borrar todo lo que «huela» a revoluciones progresistas y democráticas.
Almagro ha firmado un pacto siniestro con las altas esferas de Estados Unidos para -desde su cargo en la OEA-, derribar el gobierno de Maduro.
En medio de este panorama, el presidente Rafael Correa hizo un llamado este domingo a la ciudadanía y a los diferentes sectores políticos a actuar con total responsabilidad y seriedad frente a los resultados de la segunda vuelta electoral para elegir al próximo mandatario ecuatoriano.
Según reportes de La Radio del Sur, durante la inauguración de los comicios en las instalaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), Correa instó a los sectores políticos de ese país a «no difundir falsas informaciones sobre los comicios, sin prueba alguna».
Correa felicitó la organización de la jornada ante los representantes de los distintos poderes públicos de ese país, así como de representaciones internacionales acreditadas como la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Organización de Estados Americanos (OEA) y otras delegaciones.
En su intervención, resaltó que «estas elecciones están siendo observadas tanto en América Latina como en el resto del mundo», por lo que hizo un llamado a dejar en alto la transparencia y el espíritu democrático de los ecuatorianos.
De igual forma, garantizó el voto de todos los ciudadanos sin ninguna distinción, tanto en el país como los que se encuentran en el exterior.
«El voto en Ecuador está garantizado para todos los ciudadanos en este país, sin ningún tipo de discriminación», apuntó.
El proyecto de la Revolución Ciudadana ha traído para Ecuador avances innegables, que contrastan con un período anterior de 10 años de inestabilidad política, y cuyas consecuencias se sintieron en la economía de la nación.
Recordemos que en ese tiempo se produjo la salida de tres presidentes, destituidos en medio de revueltas populares por la grave situación imperante: Abdalá Bucaram, el 5 de febrero de 1997; Jamil Mahuad, el 21 de enero de 2000, y Lucio Gutiérrez, el 20 de abril de 2005.
El 26 de noviembre de 2006 fue electo como presidente de Ecuador Rafael Correa, el principal líder del movimiento Alianza País, e impulsor de un modelo social con el que se puso fin a gobiernos corruptos y la partidocracia, así como a las medidas neoliberales y la injerencia extranjera.
El propio Correa ha afirmado en múltiples ocasiones que «se trata del cambio más radical, profundo y rápido de las estructuras injustas del país».
Por ello, de ahora en adelante lo que pueda ocurrir en Ecuador tendrá un gran efecto sobre la región latinoamericana. Hasta el momento, los comicios marchan con normalidad y se cumplen con absoluta transparencia y rigor los aspectos técnicos y democráticos que requiere un proceso de tal envergadura.
Hoy 2 de abril la Revolución Ciudadana se define, y por ende el devenir de América Latina. Solo resta esperar el desenlace de los acontecimientos.