por “Eso es lo que nos ha permitido llegar hasta aquí en una situación favorable y hay que asegurarse de que no se nos quede nadie detrás. Es la garantía más importante de cara al futuro que nos va a permitir seguridad en la contención”.
Mantener y fortalecer las consultas de pacientes con síntomas respiratorios como un termómetro que alerte cómo se están comportando las comunidades es una tarea para los dirigentes del sistema de salud, reiteró Portal Miranda, al tiempo que convocó a los máximos responsables en cada provincia a organizar los servicios de manera que quede bien definido dónde se atenderán a los casos positivos al SARS-CoV-2 ante el reinicio de consultas y servicios que habían estado disminuidos o detenidos por la pandemia.
“Tenemos que aprender a vivir con la enfermedad, alertó el Ministro, la COVID-19 se va a mantener, y seguirán apareciendo casos a los que hay que atender con los protocolos ya establecidos”.
Con una mirada integral y previsora el galeno convocó a consolidar las consultas de rehabilitación para pacientes convalecientes de COVID-19 con secuelas.
Sobre el regreso a la nueva normalidad en las instituciones sanitarias, apuntó que las direcciones de Salud en cada provincia deberán presentar un plan de recuperación de los servicios para comenzar a dar respuesta a las necesidades asistenciales que han sido pospuestas durante toda esta etapa, sin margen a la improvisación, de manera escalonada, de forma tal que se comience a dar solución a esta demanda y generar una satisfacción en la población.
Entre las prioridades de esta etapa, el Titular no pasó por alto la urgencia de mantener un sistema de comunicación a la población sobre el comportamiento de la enfermedad. No se puede desmontar, reiteró, la información que se da en cada uno de los territorios y, a nivel de país, se mantendrá una vez a la semana la conferencia de prensa del doctor Durán García y también estará en el sitio web del Ministerio de Salud la información resumida de la situación epidemiológica del día.
En el Palacio de la Revolución, ante el Grupo de Gobierno que chequea periódicamente el comportamiento de la COVID-19 y que dirige el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, se definió como reto para la etapa, la sostenibilidad del control sanitario internacional en puertos, aeropuertos y marinas internacionales.
Se explicó que a partir del día 7 de noviembre se eliminan la cuarentena obligatoria de los viajeros internacionales al arribo al país y la realización de PCR en los puntos de entrada. Se establecerá para los que lleguen entre el 1 y 7 de noviembre un aislamiento institucional por 72 horas, si resulta negativo el PCR realizado a la llegada.
También se seguirá tomando la temperatura de quienes entren o salgan de la Isla; es obligatorio el uso de mascarillas en todas las instalaciones aeroportuarias; y se continuará exigiendo el Seguro Médico que cubra la COVID-19 a viajeros internacionales y cubanos residentes en el exterior.
“Todos los viajeros internacionales, tanto nacionales como extranjeros, deben presentar un pasaporte de salud o certificado internacional de vacunación con aquellas vacunas que tienen certificadas los países de origen y que nosotros reconocemos. Los que no presenten dicho documento están en la obligación de mostrar a su arribo un resultado de PCR negativo, realizado 72 horas antes de viajar”.
También comentó el Doctor que cualquier viajero internacional que presente en los puntos de entrada signos y síntomas de COVID-19 u otra enfermedad transmisible, será remitido a una institución de salud.
Solos los niños menores de 12 años, independientemente de su nacionalidad, estarán exentos de presentar un esquema de vacunación o una prueba de PCR al llegar a Cuba, esclareció Portal Miranda.
En su detallado informe a las máximas autoridades nacionales y provinciales, también se precisa que a todo viajero cubano residente o no en el país que al llegar a la Isla no tenga la evidencia de un esquema de vacunación aplicado, ni tampoco el PCR negativo, se le realizará la prueba aquí y cumplirá aislamiento institucional durante diez días, asumiendo los gastos de alojamiento y transportación.
En las instalaciones hoteleras, dijo Portal Miranda, se establecerá una vigilancia epidemiológica permanente, para lo cual se fortalece la asistencia médica las 24 horas del día. Los turistas con síntomas sugestivos de la COVID-19 se remitirán a la institución de salud correspondiente, y de ser positivo al PCR se le aplicará el protocolo establecido en Cuba para los casos confirmados.
En tanto, la vigilancia epidemiológica de los turistas que se hospeden en la comunidad se realizará por las áreas de salud y será obligatorio presentarse ante las autoridades sanitarias de aparecer algún síntoma.
Para los viajeros cubanos residentes en el país se establece que acudan al Consultorio del Médico y la Enfermera de la Familia o a su área de Salud en un periodo no mayor de 48 horas del arribo.
En el análisis de la situación epidemiológica el Ministro de Salud propuso tratar, aprovechando la presencia por videoconferencia de las máximas autoridades del Partido y Gobierno de cada provincia y del Municipio Especial de la Isla de la Juventud, un tema para atender de manera inmediata: las medidas para contener las arbovirosis, específicamente el dengue.
Las tasas de incidencia de casos sospechosos que están por encima de la media del país se concentran en Camagüey, La Habana, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba y Holguín aunque llamó al resto de los territorios a no confiarse.
Por siete semanas consecutivas, precisó, ha venido creciendo su tasa de incidencia. Todas las provincias han estado presentando casos de dengue, pasa siempre en septiembre, octubre y noviembre, que son los meses más complicados.
A pesar de que esta es la etapa del año en que habitualmente se registra una mayor transmisibilidad por el ciclo biológico del mosquito, el comportamiento se puede modificar con medidas de prevención y enfrentamiento.
“Hay que trabajar en la búsqueda activa de casos con sintomatología de la enfermedad, el aislamiento y tratamiento de los detectados, recuerdo que el dengue es una enfermedad que puede confundirse con la COVID-19, por ser ambas enfermedades virales”.
Enfatizar en la eliminación de las fuentes de cría del vector, realizar tratamiento focal con calidad, garantizar los recursos humanos y materiales necesarios para la fumigación, fueron otras de las principales acciones que orientó la máxima autoridad sanitaria de la nación para contener la proliferación de casos de dengue.