La ciencia en Cuba: pilar de soberanía e independencia

En este sentido, el pensamiento del líder histórico de la Revolución Cubana comenzó a hacerse realidad con la creación de centros de investigación tecnológica para diversificar los derivados de caña de azúcar, para la prospección y desarrollo de los recursos minerales, así como para el impulso a otras ramas de la economía

Como hito fundamental se destaca el nacimiento del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CENIC), el cual constituyó un motor impulsor de las investigaciones en el área de la biología y otras ramas.

Asimismo, surgieron las primeras instituciones de investigación médica del país, para apoyar los planes de promoción y elevación del nivel de salud del pueblo.

Ya en la década de los años 70 del pasado siglo, la mayor de las Antillas abrió el camino al desarrollo de la electrónica y la computación, cuando se crearon o ampliaron un grupo de capacidades en esta rama.

El innegable avance que muestra hoy la mayor de las Antillas en la ingeniería genética y la biotecnología tuvieron su antecedente en el Frente Biológico.

En este programa los conceptos de trabajo propuestos por Fidel para potenciar el desarrollo de los procesos biotecnológicos en nuestro país, permitieron agrupar a los científicos de mayor prestigio y resultados, con independencia de sus instituciones, estructuras y subordinaciones sectoriales de base, iniciándose una nueva etapa en la ciencia cubana.

A partir de entonces los avances son impresionantes: se inició la producción de interferones, ubicando a la isla entre los primeros países del mundo en este campo, y a la vez posibilitó sentarlas bases para impulsar la biotecnología y la industria médico- Farmacéutica en Cuba.

Esta prometedora posibilitó la fabricación de la vacuna contra la meningitis meningocóccica, única efectiva en el planeta contra la meningitis producida por los meningococos B y C; de los sistemas ultramicroanalíticos (SUMA); se obtuvo la vacuna contra la hepatitis B, además del policosanol (PPG) y de la Estreptoquinasa recombinante; una variada nomenclatura de anticuerpos monoclonales, y de preparados radiactivos para el diagnóstico médico y la investigación.

No debe dejar de mencionarse la creación del Polo Científico del Oeste de La Habana, una plataforma industrial y científica dedicada a la biotecnología y a la farmacéutica.

Esta iniciativa integradora propició la creación de nuevos polos en la esfera industrial y de las humanidades, no solo en la capital cubana, sino en el resto del país.

Ya en pleno siglo XXI, Cuba exhibe un desarrollo científico tecnológico comparable con naciones del mundo desarrollado, sustentado además en pilares humanistas, internacionalistas y de colaboración con otros países.

Atendiendo a las nuevas condiciones de la presente época, los objetivos están dirigidos al logro de productos y fármacos mediante la biotecnología y la ingeniería genética.

Sobresalen la creación de cepas para la inmunización contra el cólera, la obtención de una vacuna contra el dengue, el programa de investigaciones para el desarrollo de vacunas contra la Hepatitis C, los estudios clínicos y de mejoramiento de la vacuna para erradicar la Hepatitis B, y se trabaja en la fabricación de una vacuna preventiva para el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), y de nuevos procederes terapéuticos y clínicos para combatir el cáncer, las enfermedades cerebrovasculares y la úlcera en pies de personas con diabetes.

El desarrollo científico y tecnológico de Cuba abarca también a toda la sociedad en su conjunto, desde los niveles primarios de educación hasta las universidades; participan además el personal de la salud, los ingenieros, los maestros, los obreros innovadores, los jóvenes, los adultos mayores, las mujeres creadoras, en fin, un potencial humano con grandes reservas científicas.


Las mujeres cubanas representan el 48% de los investigadores científicos del país


Por ello, el concepto de Fidel hace realidad la tesis de que en Cuba hay un pueblo de hombres de ciencia, que a partir de su inteligencia, capacidad creadora e inventiva sin límite, se sobrepone a limitaciones materiales y financieras impuestas por el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, y pone todo su talento a favor del desarrollo nacional.

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