Mejor sin bloqueo

Cada vez que Cuba presenta ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para su aprobación su informe sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra nuestro país, vuelve a poner el dedo sobre la llaga en un tema que constituye hoy el principal obstáculo para nuestro desarrollo.

Aun cuando reiteradamente y de forma abrumadora es aprobada la resolución, Estados Unidos la desconoce, y peor, como ha sucedido durante los últimos años incluso durante la pandemia, recrudece esta genocida política, por eso no es un bloqueo cualquiera, como dijera hace unas horas nuestro Presidente, es un bloqueo reforzado desde la administración de Trump hasta la actual de Biden.

De tantos años sufriendo los ¨aguijonazos¨ del bloqueo, los cubanos lo hemos tomado como una política obsoleta, obstinada, inhumana, que refleja impotencia porque a pesar de todo, la Revolución está en pie.

El bloqueo de Estados Unidos contra nuestro país asfixia, corroe, es como una lima sorda día tras día para poner a prueba la resistencia creativa de los cubanos, donde menos te lo esperas resurge con su cara imperial.

En la persecución financiera, de los barcos con combustible, en los negocios, en el comercio, contra naciones que desean mantener intercambio comercial con Cuba, en el asedio al turismo, en las amenazas constantes a estados como parte de su efecto colateral y directo a terceros países, en el propio bloqueo de transacciones financieras, en la presión para que no vendan materias primas, piezas de repuesto o alimentos al país, en todo.

Y para intentar sellar la crueldad de esa política, ubicaron una vez más a nuestra nación de manera injusta y unilateral en la lista de las naciones patrocinadoras del terrorismo en la que nunca debimos estar, acción que funciona como una advertencia a otros de que ¨si apoyas a Cuba, te la verás después conmigo¨. Es el propósito.

Las consecuencias del bloqueo son innumerables y el pueblo de Cuba las conoce porque las padece a diario. Se sufre con el transporte porque no disponemos de todo lo necesario, ni siquiera el combustible porque no tenemos acceso ni a financiamiento ni a los mercados para obtenerlos.

Se padece cada día en las tiendas para la compra de los pocos recursos que disponemos. Cotidianamente hay que jugar cual tablero de ajedrez para ubicar los pocos recursos que tiene el país en lo que más necesitamos; a los potenciales visitantes turistas se les mete miedo y se les pinta al país como lo ¨peor¨; la propaganda contra Cuba en redes sociales se une a ese aparato diabólico para tirarle con todo al Gobierno e intentar demonizarlo como el culpable de todos los males.

Todo ello, con el fin de enmascarar la principal causa que impide un mayor avance en el país, precisamente la política de bloqueo imperial que impulsan y apoyan nuestros enemigos.

La etapa de enfrentamiento a la pandemia, le puso la tapa al pomo como decimos en el argot popular cubano. Nuestro presidente ha mencionado innumerables ejemplos de cómo obstaculizaron el acceso a ventiladores pulmonares destinados a ampliar nuestras capacidades en las unidades de terapias intensivas, nos descartaron a la hora de acceder a las vacunas anticovid. Todos sabemos cuál fue la respuesta de la comunidad científica y médica cubana: nacieron nuestras propias vacunas y con ellas la prevalencia de la enfermedad y fallecidos durante los últimos meses es extraordinariamente mínima.

Nos impidieron el acceso a disponer de oxígeno medicinal para la atención a pacientes de COVID graves cuando Cuba presentó problemas en sus plantas, hicieron tanto daño que no les importó la vida de las personas.

En medio de ese escenario complejo, adverso, se reitera la necesidad de pasarle por encima al bloqueo- algo que es difícil, pero nos toca-, buscar en nuestras propias fuerzas y reservas, y avanzar en resistencia creativa, en todo lo que podamos.

se es el bloqueo genocida de Estados Unidos, de cuyos daños no hablamos en cifras, porque nuestro canciller lo ha dicho alto y claro. Una política que impide el acceso a medicamentos, instrumentos médicos necesarios para combatir enfermedades, instrumentales que nuestro país debe salir a buscar incluso con la ayuda de amigos.

En pleno siglo 21 Estados Unidos y su administración se ufanan por ahogar y rendir al pueblo de Cuba. ¿Cuánto no hubiera podido hacer y avanzar nuestra nación sin bloqueo? A eso el Imperio indiscutiblemente le tiene miedo.

Mejor sin bloqueo, es un reclamo unánime de los cubanos y a nivel mundial. Estados Unidos con su prepotencia no escucha.

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