por Más bien, Normando ha firmado unos papeles que formalmente atestiguan que se jubila, pero quienes lo conocemos bien, sabemos que Normando no se retirará de esta profesión que lo ha convertido en uno de los narradores comentaristas más admirados del país, aunque no le han faltado detractores, lo que sí es cierto es que jamás pasa inadvertido.
Ya lo veremos por los estudios y pasillos de su segunda casa que es la CMHW, dejando su huella, custodiando la creación, dejando sus criterios, y sentado en ese Máster que es suyo, porque su voz no se va a apagar.
Despedimos a Normando en su última «Explosión de las 12». #VillaClara te despide y abraza, cubano tremendo. pic.twitter.com/oTUMXmflwz
— Yudi Mercedes Rodríguez Hernández (@yudi_mercedes) February 28, 2022
Polémico, exigente, creativo en sus narraciones donde se pasea desde «el diablo y la capa» hasta el Tren de Cacocum o sus historias de Chucho Alfredo, jamás un juego de béisbol ha sido contado de manera tan ocurrente y profesional como él ha logrado hacerlo.
Crítico ante lo mal hecho, porque nunca se queda callado ante chapucerías y negligencias, se ha buscado enemigos, pero al final, tiene la razón cuando sus denuncias han surcado el éter, porque en sus esencias él sabe que en este campo de batalla también se defiende la Revolución.
Versátil como pocos, Normando ha narrado espectacularmente un juego de pelota y le pone los mismos sentimientos cuando los naranjas están en el sótano o cuando un jonrón en el Sandino en un play off, enmudeció de alegría a esta provincia, ganadora entonces de una Serie.
Pero también ha presentado un acto de primer nivel con maestría absoluta, ha estado en momentos alegres como en los desfiles del Primero de Mayo, cuando ha celebrado sus cumpleaños junto al pueblo, o ha transmitido el dolor de su gente cuando recibimos en esta ciudad para siempre los restos del Che y su Destacamento de Refuerzo, o en aquel instante de tanta tristeza, durante el paso de la Caravana que transportaba hasta Santiago de Cuba, las cenizas del eterno Comandante en Jefe.
Ha informado de huracanes y ciclones durante años , y tuvo el honor de compartir muchas veces con Fidel. Fue la voz que informó a los villaclareños aquel 30 de septiembre que el Comandante estaba en Villa Clara y que hablaría al pueblo desde la Plaza del Che. La histórica grabación aún se conserva y forma parte de nuestra historia.
Es un hombre de su tiempo, fue internacionalista en la República Popular de Angola y como buen combatiente, se mantuvo al pie del cañón, cuando la Patria ha estado en peligro, para defender un proyecto en el que cree con fidelidad y amor.
Representó al periodismo deportivo en Olimpiadas y otros eventos internacionales, y no dudo que le sobraron propuestas para irse a trabajar a la capital, pero siempre regresó a su raíz, que es esta provincia central, su tierra amada.
Así que, hoy, cuando Normando se jubila, hay muchas nostalgias por ese hombre radio que nos dice adiós después de esa vida laboral íntegra, pero también nos queda el orgullo de tenerlo, de contar con su sabiduría y sus enseñanzas y de saber que en esta Reina Radial del Centro tendremos el honor de sumar su nombre, con letras de oro, al libro abierto de la CMHW, con ese timbre único que lo identifica y le pone su sello, y que sin dudas, siempre será la voz de Villa Clara, esa voz nuestra.