Ello tuvo lugar justo a 60 años, ocho meses y 11 días de la fecha que marca el nacimiento del Ejército Rebelde que bajo el mando de Fidel supo reponerse del revés de Alegría de Pío, reagrupar sus fuerzas con el apoyo de campesinos humildes y del Movimiento 26 de julio, expandir la lucha insurrecional, hacia otras zonas del Oriente del país y más adelante a las provincias centrales y Pinar del Río, y derrotar al ejército batistiano a pesar de la superioridad en hombres y armamento.
Durante la visita Raúl rememoró aquellos difíciles momentos en los que se puso de manifiesto la inclaudicable fe del Comandante en Jefe en la victoria.