Y Chávez no se fue…

Hugo Chávez Frías no se fue; se multiplicó en millones de venezolanos que siguen defendiendo el humanista proyecto social que él forjó. Se extrañan su voz, sus discursos, sus anécdotas; pero se quedaron para siempre sus ideas.

En su Caracas libre, un cañón de montaña del siglo XIX dispara una bala de salva a las 4 y 25 minutos de la tarde, hora exacta en que falleció el Gigante, el 5 de marzo de 2013.

La ciudad se estremece, porque ese cañonazo recuerda que allí, en el Cuartel de la Montaña, situado en el corazón del emblemático Barrio “23 de enero”, descansan los restos de un hombre que vivió solamente 58 años, pero dejó un legado inmenso para su país, la región y el mundo.

Chávez rescató la historia de Venezuela y de América Latina. Su partida física entristeció a millones de personas, pero a la vez alentó el espíritu del bravo pueblo venezolano que tiene el enorme desafío de honrar su memoria.

El gobierno del Presidente Chávez, quien ganó por primera vez las elecciones presidenciales el 6 de diciembre de 1998, transformó significativamente las condiciones reales de vida de los ciudadanos que se comprometieron con un dinámico proceso de participación política.

Entre los principales logros de la Revolución Bolivariana, bajo su liderazgo, se destacó la elaboración y posterior aprobación de una nueva Constitución en 1999, la cual rompió con el modelo neoliberal anteriormente imperante en el país.

La Revolución Bolivariana tuvo desde sus inicios un importante componente social, en especial cuando Chávez se declaró como socialista con el transcurrir de su gobierno; y en nombre de «dar poder a los pobres», creó diversos programas, las denominadas Misiones.

La universalización del acceso a la educación tuvo resultados excepcionales. Cerca de 1,5 millones de venezolanos aprendieron a leer y escribir gracias a la campaña de alfabetización a través de la Misión Robinson, con la asesoría de Cuba. En diciembre de 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, decretó que se había erradicado el analfabetismo en la nación suramericana.

También la Misión Robinson II y la Misión Ribas fueron promovidas por Chávez para que miles de venezolanos alcanzaran el nivel secundario. La Misión Sucre permitió a decenas de miles de jóvenes y adultos emprender estudios universitarios, y cientos de universidades se abrieron en el país.

Con la Revolución Bolivariana se creó el Sistema Nacional Público de Salud para garantizar el acceso gratuito a la atención médica a todos los venezolanos. La Misión Barrio Adentro ha permitido realizar desde el año 2003 millones de consultas médicas, con la valiosa contribución de los profesionales cubanos. Gracias a la Operación Milagro, para miles de venezolanos aquejados de cataratas y otras enfermedades oculares, se hizo la luz.

Durante la presidencia de Chávez, la reforma agraria permitió a decenas de miles de agricultores ser dueños de sus tierras. Como trascendental puede calificarse la nacionalización de la empresa petrolera PDVSA en 2003, lo que permitió al país recuperar su soberanía energética.

En la nueva República, los derechos humanos encontraron concreción a través de las políticas universales de inclusión, promovidas y alentadas por Chávez.

Hoy en cada obra, en cada renacer de la conciencia popular, están el pensamiento y la acción del gestor de la Revolución Bolivariana, que tiene en el presidente Nicolás Maduro a un heredero fiel de sus ideas y su acción.

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