Ernesto Che Guevara: La vigencia de un símbolo

Más allá de sus cualidades y labor como combatiente y como dirigente revolucionario, el Comandante Ernesto Che Guevara también sobresale en la historia de la radio en Cuba por haber sido quién concibió la creación de la emisora Radio Rebelde durante la lucha contra la  dictadura batistiana.La primera trasmisión, que duró unos 20 minutos, se produjo el 24 de febrero de 1958 desde donde estaba el campamento de la columna que dirigía el Che en la zona entre  Pata de la Mesa y Altos de Conrado, en  la Sierra Maestra.

Se detalló: “Aquí Radio Rebelde, la voz de la Sierra Maestra, transmitiendo para toda Cuba».

En el transcurso de ese año fue determinante el papel que desempeñó esta emisora, que tras el triunfo de la Revolución se convirtió en una cadena nacional.

El nacimiento de Ernesto Guevara de la Serna se produjo el 14 de junio de 1928 en la ciudad de Rosario, en Argentina.

Desde muy joven en recorridos que hizo por la zona norte de Argentina y después por varios países de América Latina pudo apreciar la situación que tenían los pueblos de esta región del mundo, sobre todo la de los sectores humildes.

Después de graduarse de médico en el año 1953 salió nuevamente de su país con el objetivo de dirigirse hacia Venezuela para reencontrarse con su amigo Alberto Granado, pero cuando se hallaba en Ecuador tuvo conocimiento que en Guatemala había un gobierno progresista y decidió dirigirse hacia ese país centroamericano, donde llegó en la segunda quincena del mes de diciembre de ese año.

Tras permanecer varios meses en Guatemala fue testigo de cómo elementos reaccionarios con el apoyo del exterior lograron la desarticulación del gobierno progresista encabezado por Jacobo Arbenz.

El joven Ernesto Guevara incluso pensó dar su contribución en la defensa del gobierno de Arbenz, pero en la práctica ello no le fue posible.

Entonces poco tiempo después se marcha hacia México. Fue en este país, a mediados de 1955, que a través de un joven revolucionario cubano, Antonio Ñico López, que estuvo exilado en Guatemala, conoció a Fidel Castro,  quién había recién llegado a México con la intención de crear un grupo de cubanos interesados en reanudar la lucha contra la dictadura batistiana.

Ernesto Guevara se siente motivado y se integró a ese grupo encabezado por Fidel y realizó los entrenamientos necesarios hasta que el 25 de noviembre de 1956 salió hacia Cuba a bordo del pequeño yate Granma formando parte del grupo de 82 expedicionarios dirigidos por Fidel.

Desembarcó en la zona suroriental del territorio cubano el 2 de diciembre y tan sólo tres días después recibió el bautismo de fuego cuando los expedicionarios resultaron atacados en forma sorpresiva por soldados de la dictadura batistiana, lo cual provocó una gran dispersión de la tropa rebelde.

El Che Guevara fue uno de los pocos combatientes que pudo reunirse nuevamente con Fidel, después de transitar varios días sin rumbo fijo por diferentes zonas de la provincia de Oriente.

Respaldó a Fidel en el empeño de seguir la lucha a pesar de ser un escaso número de combatientes con pocas armas mientras que la dictadura disponía de decenas de miles de efectivos con armas, vehículos, incluso tanques, barcos y aviones.

En el transcurso de 1957 el Che Guevara sobresalió como combatiente a tal punto que fue el guerrillero argentino el primero que Fidel otorga el grado de  Comandante, el de mayor relevancia del Ejército Rebelde.

También el Che comenzó a dirigir  a partir de los primeros días de junio de 1957 una segunda columna que se había creado.

Ya durante 1958 además de participar en distintos enfrentamientos con los soldados de la dictadura, el Che realiza la relevante invasión de una Columna Rebelde desde la Sierra Maestra hasta la provincia de Las Villas, en la zona central de Cuba, donde también realiza una importante labor política y militar, incluso dirige con acierto la batalla de Santa Clara, a finales de diciembre de 1958.

Tras el triunfo dela Revolución en enero de 1959 el Che, además de su labor  como Comandante del Ejército Rebelde, desempeñó a cabalidad funciones como Jefe del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria,  Presidente del Banco Nacional de Cuba y Ministro de Industrias y además fue miembro de la Dirección Nacional, primero de las Organizaciones Revolucionarias Integradas y después del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba.

En 1965 decidió salir de Cuba para, en correspondencia con sus principios internacionalistas, contribuir al desarrollo de la lucha revolucionaria de otros pueblos.

Entonces en una carta escrita a Fidel tras explicar que “otras tierras del mundo  reclaman el concursos de mis modestos esfuerzos”, renunció a los cargos que desempeñaba para liberar a Cuba de toda responsabilidad que se le pudiera imputar y además ratificó el orgullo que sentía por haber sido acogido como a un hijo por el pueblo cubano y también patentizó la admiración que sentía por Fidel y le agradeció sus valiosas enseñanzas.

El Che primero estuvo en el territorio del Congo en el continente africano y después en Bolivia, país donde permaneció entre noviembre de 1966 y octubre de 1967.

Allí libró su último combate en plena selva boliviana el 8 de octubre. Al ser herido y su arma estar  inutilizada  fue capturado y al día siguiente resultó ultimado.

Se quiso así tratar de destruir su ejemplo, pero ello no fue posible, porque más allá de su desaparición física el Comandante Ernesto Che Guevara ha seguido siendo un símbolo.

Precisamente con respecto a ello Fidel en el discurso que pronunció el 14 de junio de 1987 en la ciudad de Pínar del Río, con motivo del vigésimo aniversario de la caída del Che, destacó: “…hay que decir que el Che tenía no solo todas las virtudes, y todas las cualidades humanas y morales para ser un símbolo, sino que el Che tenía, además, la estampa del símbolo, la imagen del símbolo: su mirada, la franqueza y la fuerza de su mirada; su rostro, que refleja carácter, una determinación para la acción incontenible, a la vez que una gran inteligencia y una gran pureza—, cuando vemos los poemas que se han escrito, los episodios que se cuentan y las historias que se repiten, palpamos esa realidad de la vigencia del Che, de la presencia del Che.”

Autor: Víctor Pérez-Galdós

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