Retos de la radio: ¿Seguir cediendo espacios?

No pocos gurús de las Ciencias de la Comunicación han intentado demostrar desde entonces su paulatino desvanecimiento en el éter. Que si perderá completamente su espacio ante la imagen, que si se tornará cada vez menos inmediata, que si será la cenicienta de los mass media… A pesar de las visiones tecnicistas y la real pérdida de algunas de sus funciones ancestrales (informar, interactuar, educar y entretener), la radio aún existe y trasciende en el tiempo.

Intercambiando criterios

Sobre la base de la experiencia de 27 años como periodista (luego de graduarse de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, en la especialidad de Periodismo), y de 10 como jefa del departamento de reporteros de la emisora Radio Rebelde, Ivón Albelo Medina aceptó intercambiar opiniones relacionadas con el estado actual del medio sonoro en la ínsula y, sobre todo, de la emisora cubana de alcance nacional donde labora.

«Hace 10 años atrás, la dinámica era diferente. Al menos yo, disfrutaba mucho más del estrés. La radio tenía muchos más espacios, había muchas más coberturas informativas y se tenía en cuenta la inmediatez. Estaba mucho más latente la posibilidad de trazar estrategias desde el punto de vista informativo», expresó Albelo al rememorar «tiempos mejores».

«En la actualidad, la política que seguimos desde el punto de vista noticioso es más pausada. Se depende de una fuente, a la cual se puede acceder luego de una estrategia de localización a largo plazo, y se ha perdido la posibilidad de contar la historia a la manera de la radio».

La reconocida periodista, galardonada en una decena de festivales y concursos nacionales, mencionó entre las causas principales que aquejan al medio, a su consideración, la desprofesionalización del gremio y la violación en ocasiones de los códigos de la radio por parte de los decisores, al relegarla a un segundo plano.

«Yo como jefa de reporteros de Rebelde no puedo cambiar lo establecido porque forma parte de una cadena de rutinas productivas donde no siempre se pueden tomar decisiones. En conjunto con el equipo de prensa (11 reporteros y 19 corresponsales), se intenta concebir planes de trabajo donde tratamos de acercarnos más a la realidad cubana y se les pide a los periodistas temas para abordar en diferentes espacios informativos, como Haciendo Radio, pero no siempre es suficiente».

Albelo reconoció algunas debilidades y las estrategias que han seguido para enfrentarlas. Según ella, «no todos los periodistas tienen preparación para abordar determinados temas. Con el objetivo de capacitarlos más, nos reunimos mensualmente y tratamos de impartir conferencias sobre tópicos específicos. Cuando no pueden asistir invitados especializados, nos convertimos en nuestros propios profesores».

Entre los criterios de selección que sigue la principal responsable de la política editorial de Radio Rebelde al planificar, se encuentran la actualidad de las temáticas, la oportunidad de la información («hay temas que son necesarios tratarlos en un momento y en otros no por el propio contexto») y el valor educativo de la información.

«Para construir nuestra agenda tenemos que ser muy profesionales y crecernos cada día. Los planes temáticos enviados desde niveles superiores a veces son un poco rígidos en sus propuestas. Deberían ser más flexibles para dar la posibilidad de ampliar el diapasón de los tópicos a tratar. El plan puede ser una parte pero la vida es un poco más rica que esa pauta».

«Aunque no es menos cierto que los periodistas debemos ser más creativos, entregarnos más a la observación cotidiana e incidir más en las fuentes cuando nos nieguen algunas informaciones. Tenemos que tomar acciones de compulsar un poco más a los actores que tengan que ver con temas más específicos, tocarles la puerta y recordarles que están en la obligación de informar porque es un bien público».

Sin lugar a dudas, los factores tecnológicos no son los únicos que determinan la historia y el futuro de los medios de comunicación. Inciden junto a los procesos sociales y al intelecto del hombre. Si en la actualidad la radio ha quedado relegada a otras esferas del entramado comunicacional, no es por los avances de la tecnología, sino por las competencias profesionales.

La tradición de la radio en Cuba aún se mantiene fuerte cuando de índices de recepción se trata. Tal vez la clave para afianzar la supervivencia del medio sonoro radique en rescatar el lenguaje y las funciones propias que no solo con la avalancha tecnológica han cedido lugar tras el paso del tiempo.

Autor