Maritza Rosales; nuestra gran dama

El reciente 10 de septiembre cumpliría 95 años de edad la cienfueguera Silvia Maritza Rosales Pomares: actriz estelar a varias generaciones de radio, televisión, cine y teatro, declamadora, directora de programas radiales y programadora; nieta de director de teatro, de escena y de salas teatrales, hija  de un periodista y una cantante, lo que abonó su camino al arte.

En entrevista a Mayra Cué Sierra (2022; marzo 9: “Maritza Rosales Pomares: una vida dedicada a la actuación”, www.tvcubana.icrt.cu), confesaría que desde que abrió los ojos quiso ser actriz, e hizo de la actuación, toda su vida dedicada al arte y su Patria, ganando el cariño de todo su pueblo en cuya memoria histórica vive, definiéndola “imprescindible en las artes escénicas iberoamericanas y una de las más queridas en Cuba.

Ya en 1936 vivía en La Habana; con polifacética formación, desde 1940 estudió ballet en una academia local de la escuela de Alicia Alonso y declamación con Enriqueta Sierra, por cuya pasión dejó inconclusos en 1942 sus estudios de Ciencias Comerciales que había iniciado a sugerencia de sus padres, mientras con solo 13 años de edad, debutaba en el cine (La que se murió de amor, director: Jean Ángelo, “olvidable” según Jorge Luis Urra Maqueira: La vieja dama digna, 2022, noviembre 11; en 5 de septiembre, diario digital, Cienfuegos) y en el Teatro Universitario, con seminarios de arte griego y teatro de Shakespeare (1945), ejemplo que estimulaba el movimiento teatral a los influjos del Ateneo de Cienfuegos.

Ocultando que solo tenía 15 años (1944) ya actuaba y era alumna destacada en el Seminario de Artes Dramáticas del Teatro Universitario de la Universidad de La Habana, y primera figura del grupo de la Academia de Arte Dramático (ADAD) Municipal, y desde febrero de 1954, lo sería en el Patronato del Teatro y la compañía Farseros, dirigida por Ludwig Schajowicz en Edipo Rey, Nuestra Natacha, El Mercader de Venecia y Electra.

En 1946 filma una segunda película: Como tú ninguna, de Roberto Ratti, y debutó en la radio, en la emisora CMZ del Ministerio de Educación, y desde 1947 en Unión Radio, donde obviando su experiencia y trayectoria debutó en Tras la noticia, producido por el periodista González Regueral entonces productor radial de Unión Radio y luego productor asistente de dirección cinematográfica; humilde práctica que ella repetiría por concurso, al “Movimiento de Voces Nuevas” en RHC Cadena Azul (1948, valorada entonces novel actriz de radio para ambas emisoras), donde desempeñó su primer papel profesional en Entre las sogas (libreto experimental de Marcos Behmaras sobre el boxeo profesional) y su primer protagónico en Tú me hiciste perversa (1949) con Raúl Selis, radionovela del espacio Mujeres Indefensas, villana que la lanzó a Amor en primavera; y novelas (1950): El barón, Gran Teatro (domingos, Canal 4, director: Sirio Soto) y La Habana es así,; tres meses después, era artista exclusiva de Sucedió en Cuba.

Luego trabajó en Radio Progreso (Más fuerte que el amor, con Charito Carvajal, Raquel Revuelta y Manolo Coego; según Urra “sin penas ni glorias”, director: Tulio Demichelli con Jorge Mistral, Miroslava y Enrique Santiesteban), y se popularizó en importantes series, novelas y aventuras de CMQ Radio, como Las aventuras de Leonardo Moncada; su primer humorístico (Tota y Pepe, con Manolín Álvarez), y La culpa de la otra (1954, de Aleida Amaya, con Marina Rodríguez y Alberto González Rubio); ya era una actriz reconocida en nuestra radio, cine, televisión y teatro.

En teatro se estrenó en el teatro América, figura relevante durante décadas de las más importantes salas como Arlequín, Adad, Patronato del Teatro, Talía, Tespis, Idal, Teatro La Comedia, Hubert de Blanck (donde protagonizó durante dos años Marea Baja), primera figura en la compañía de Miguel de Grandy actuando con Arturo Artalejo, y Teatro Martí, donde protagonizó Doña Inés con Otto Sirgo en Don Juan Tenorio (noviembre de 1955), con Manolo Coego y Guillermo Palomar, año en que ganó el Premio Anual de la Crítica “Mejor Dama Joven”, y otro gran éxito en El hombre flaco, suspense de Behmaras para Reinaldo Miravalles.

Desde 1950 se sistematizó en el cine: Siete muertes a plazo fijo (director: Manuel Alonso, como Delia, bailarina casada con un famoso cantante, en un elenco estelar con Raquel Revuelta, Alejandro Lugo y otros); ya entonces se había casado con el periodista José Ramón Regueral, productor y asistente de dirección de esta película. En 1951 ella filmó Cuba canta y baila (argumento y dirección: Manuel de la Pedrosa; compendio de canciones cubanas con mínimo argumento; la crítica solo la destacó a ella: “dúctil y ajustada en todo momento al carácter de su personaje”); en 1952 La única (director: Ramón Peón; encarnó la solidaria amiga de la líder sindical: Rita Montaner; comedia realizada en cuatro o cinco semanas en difíciles condiciones); y 1954: Hotel Tropical.

Paralelamente, en octubre y diciembre de 1950 comenzaron los dos primeros canales de la televisión cubana: el 4 y el 6, y ella fundó tres televisoras: Unión Radio TV Canal 4, CMQ TV canal 6, y canal 2 Telemundo. Debutó en el primer bimestre de 1951 en el programa Tensión (Canal 6), con Alejandro Lugo en Los Guantes de Gino, y siguió demostrándose en comedias y dramas hasta devenir una de las estrellas televisivas más disputadas. En marzo de 1951 comenzó como locutora de programas en el Canal 6: co-animadora junto al consagrado Germán Pinelli de Aquí todos hacen de todo, programa de participación (hoy, reality show); y en mayo de su similar Como a Ud. le gusta, vertiente que seguiría como locutora y modelo comercial de más de cien anuncios filmados en la televisión y haciendo locución estrictamente comercial.

En abril de 1951 actuó en El Teatro (Canal 4 de la entonces empresa Unión Radio Televisión URTV que había fundado, luego de la Televisión Nacional); Teatro Canal 6, y en julio: Estudio 5 (Canal 6). Se mantuvo en la publicidad mientras participaba en otros programas de ambos canales como Philcodrama, Humo del recuerdo, Historias de amor (sábados, escrita por Antonio Vázquez Gallo, Premio Nacional de Televisión 2003); La Comedia del Domingo, Teatro del Domingo, Pantalla Dramática, Grandes Comedias del Mundo, Teatro del Hogar, Un Romance cada Jueves (donde en Séptimo cielo actuó con Antonio Vázquez Gallo, Ernesto de Gali, Maruja García y el mexicano Carlos Navarro, dirigidos por José de San Antón, al trimestre siguiente de que Radio TV El Mundo S.A. adquiriera el canal 4 y desde febrero de 1953 Unión Radio al inaugurarse, asimilara sus artistas, especialistas y programas más exitosos); y en agosto El mundo en que vivimos de Félix Pita Rodríguez con Fela Jar, Adela Escartin, Reinaldo Miravalles, Sergio Dore, Enrique Montaña, Jorge Marx, Pilar Mata, Rosa Felipe y locución de Emilio Gandero; producción y dirección de Alberto Vilar.

Fue Destacada en la Sección “Luminarias” (Unión Radio, febrero de 1953); trabajó con Alberto González Rubio en Miércoles de Amor Palmolive (enero de 1956); estrenó Historias del Puerto (1954-1955, canales 4 y 2), Drama con Velia,  Esta noche a las ocho (de Vázquez Gallo) y con Enrique Almirante, protagonizó Samarkan, el indomable, nuestra primera aventura heroica audiovisual; en Grandes novelas interpretó apasionadas protagonistas de la literatura universal, teleteatros clásicos como en el espacio Teatro Icr, Romeo y Jeanette (1965, con Alfredo Perojo y Ramoncito Veloz actor debutante) y en varias adaptaciones dirigidas por el gran Roberto Luis Garriga Agramonte, como Enrique VIII y sus seis esposas (1970, fue Ana Bolena, con Enrique Santiesteban, de nuevo el inmortal clásico inglés Shakespeare con quien tanto se formó) y en su segunda puesta de 1973, la brillante Abigaíl Williams de Las Brujas de Salem (dek estadounidense Arthur Miller contra los rezagos medievalistas; puesta de 1972), con otros inmensos como nuestra eterna vedette Rosita Fornés, Margarita Balboa, Consuelito Vidal, Enrique Almirante que sustituía a Eduardo Egea por su deceso (1964)…

Con Salvador Levy y Enrique Santiesteban brilló en Teatro Icr como Verena Contreras, protagonista en la puesta televisiva de Rancho Luna de Dora Alonso (1958, CMQTV, en el espacio La novela Gravi”) dirigida por Garriga y en Las Impuras (1984); en canal 6 Su programa FAB y Conflictos humanos (actuando ocasionalmente hasta 1959), Teatro en TV (aún en 1985, Noche de máscaras, director: Miguel Sanabria, entre otros ya entonces pocos proyectos), El Spirit

Al concluir su compromiso con Canal 2 Telemundo, fue contratada como artista exclusiva de la poderosa jabonera Crusellas y dejó de actuar en Conflictos humanos (canal 6), pues Crusellas no prestaba su artista exclusiva para un programa difundido en igual horario que Su programa FAB (Canal 4), pero dado que los domingos esa firma no tenía programación, le autorizó en 1957 y 1958 a actuar en sus domingos libres en el canal 6, cuya audiencia dominical buscaba aumentar Goar Mestre con la que consideró la primera telenovela en Cuba, aunque por un semestre desde 1952 había estrenado en La novela en televisión, cinco relatos de Mario Barral López.

Estos domingos ahora eran a riesgo de la televisora y de los actores (sueldo por actuación) sin patrocinador, experimento de CMQ TV: en Historia de Tres Hermanas, de Mercedes Anton, las malevolencias de su personaje Reina Milanés le ganaron la audiencia, catalogada como un hito actoral entonces y fenómeno comunicativo nacional; experimento exitoso, pues a los dos meses al aire, el primer survey reveló que había ganado 44 puntos y era el primer programa dramático de la televisión, partiendo de cero; su esposo planteó a Mestre que ella estaba cansada y debía abandonar la telenovela, y dos días después, la contrataron por 800 pesos mensuales, mientras actuaba en El café de la esquina (humorístico). Ya aquellas telenovelas empleaban fórmulas de sus antecesoras: las radionovelas.

Ya era una estrella de la “industria cultural” cubana de excelencia artística, pero por su sensibilidad social fue una de los artistas que lucharon activamente en el “Movimiento 26 de julio” contra la dictadura de Fulgencio Batista, por lo que corrió peligro de muerte enfrentando sucesivos registros e interrogatorios del sicario Ventura Novo, quien le advirtió: “en la próxima, no te salva ni tu personaje de Reyna Milanés en la televisión”.

Al triunfar la Revolución regresó a Cuba (filmaba Mares de Pasión, 1959-1960; ficción Cuba-Colombia, guion y dirección: Manuel de la Pedrosa), y denunció la transferencia de los fondos de la CMQ al exterior y el arrebato del derecho autoral a sus artistas al difundirse en otros países los kinescopios con sus programas; desde octubre de 1960 junto a Raquel Revuelta y Violeta Casal, actriz y locutora que había sido la voz de Radio Rebelde en la Sierra Maestra, demandaron la intervención estatal del Circuito CMQ y fueron de las artistas presentes en el acto, del que derivaría la creación del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt) que fundiría ambos medios electrónicos en Cuba; fundadora de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), pero similar a la inmortal vedette Rosita Fornés, el imaginario la asociaba al cine y televisión mal vistos como comerciales, y le escaseaban las ofertas de trabajo.

En 1959 había actuado en Testigo del misterio, y en CMQ Radio en La barrera de lo prohibido y Tu amor es mi pecado, de González Gaspar. En 1961 dirigió en la televisión un movimiento teatral sui géneris básicamente con jóvenes talentos artistas no profesionales que así podían actuar y contactar directamente con los públicos, en el estudio 2 de Radiocentro en el propio Instituto Cubano de la Radio (Icr) durante casi un semestre, entrenamiento y clases gratuitas de artistas consagrados y sustento financiero de las ganancias de taquilla: la televisión les montaba y realizaba sus puestas, escenografías y salón para poner en escena: Telón 23 buscaba promover y divulgar obras universales de teatro en el pueblo y ofrecer oportunidades de desarrollo a nuevas figuras, sala de teatro que se alternaba con la producción mediática, concebida como singular cooperativa precursora de los actuales proyectos teatrales comunitarios; lo que hoy se llama Teatro Experimental. La sala se abrió al público general y el importe de las taquillas se distribuía entre los actores que no recibían sueldo por tan altruista labor, sino otros beneficios como clases de actuación gratuitas impartidas por prestigiosos cubanos ya entonces reconocidos, como Maritza Rosales.

En las décadas de 1960 y 1970 ya en plena madurez actoral, estaba por completo en la televisión y dirigía puestas teatrales en las tablas, pero en los años 1970 volvió a la radio actuando en Radio Liberación (antes CMQ Radio), donde fue la coordinadora y directora de espacios radiales de teatro universal, el último de los cuales fue Yerma, donde también actuó (1983), mientras se oía casi exclusivamente en Radio Progreso. Licenciada en Historia del Arte (1977, Universidad de La Habana). En febrero de 1987 se jubiló con cierto desencanto sintiéndose relegada, pero continuó deleitándonos con actuaciones especiales en la televisión como el humorístico Gracias, doctor (1994) y su insuperable “Doña Nenita Pubillones viuda de Galarraga dueña de una tabaquería”, deslumbrante clase magistral de actuación (telenovela El año que viene; 1995, escrita y dirigida por Héctor Quintero), todo un reto pues llevaba seis años lejos de la pantalla, pero recibió innumerables elogios y aplausos tanto de la crítica como del público. Más que una “acaudalada señora, enamorada de un vividor caza fortunas” (según Urra; “anciana lujuriosa e infeliz”) eran todas las emociones posibles: la mujer empoderada segura de sí, la frágil ante el fuego de la pasión, seriedad y humor costumbrista, ratificándose en comedias y en dramas, renació el “suceso nacional”.

Asimismo en 1995 la incluyó el documental Divas por amor (dirección del eminente actor Adolfo Llauradó), un pequeño papel en la película Sabor latino (1996, España-Cuba, director: Pedro Carvajal) y el cortometraje Lobos sueltos (1998, ficción España-Cuba; director: Javier Kühn, con Héctor Noa), durante 20 minutos con María de los Ángeles Santana, “dos damas cubanas que no han perdido su dulzura, a pesar de tener que vivir de los objetos que su vieja mansión les proporciona (cuando aparece) un marchante español, oportunista y despiadado”; fue su última obra, sin otras invitaciones, tras vivir dedicada a su trabajo.

Sin hijos, múltiples infartos cerebrales le produjeron una parálisis y desde 1999 le era difícil caminar; ya en 2007 tenía afectada la parte derecha de su cuerpo; 14 años en los que debió serle muy difícil no poder entregarse a su pasión: actuar, que hubiera sido su gran alivio. Casada 43 años con Máximo Hernández (1970-2013), la colmó de atenciones hasta su fallecimiento (La Habana, 12 de febrero de 2013) hacia sus 84 años, y recientemente nos la develó en televisión (Unos minutos en la vida de…; director: Carlos Collazo) con fragmentos de una entrevista a ella.

Premio Nacional de Televisión 2003 (primera edición), Medallas Alejo Carpentier, Frank Pais, Raúl Gómez García, Lucha Clandestina, Fundadora de la Televisión Nacional, Distinción por la Cultura Nacional y Micrófono 70 años de la Radio Cubana, Urra la describió “bellísima, con su cuerpo bien tallado, expresión incitantes de sensualidad y arte (…) nuestra gran dama, cuyo carisma y simpatías sedujeron a varias generaciones”.

Autor

  • Dr. C. Avelino Víctor Couceiro Rodríguez

    (La Habana, 1957) Licenciado en Historia del Arte (1982) y Licenciado en Historia General (1986), Técnico Medio Superior en Arqueología (1984) y Técnico Medio Superior en Museología (1985), Doctor en Ciencias sobre Arte (2001) y Máster en Antropología con Mención en Antropología Sociocultural(2001), Diplomado en Historia General Contemporánea (2006), Profesor Titular de la Universidad de La Habana (2002) e Investigador Titular (Ministerio de Cultura y Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, 2004).

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