56 melodías para Radio Enciclopedia

En el éter, la frecuencia enciclopédica -matizada de conocimiento y buen gusto-, se establece desde el 7 de noviembre de 1962, cuando la Crisis de Octubre se hacía eco todavía a nivel mundial.

La primera sede para Radio Enciclopedia Popular -su nombre de fundación-, sería entonces el antiguo edificio del INRA* en la otrora Plaza Cívica, actual de la Revolución José Martí, trasladándose luego a la calle 26 del Nuevo Vedado capitalino; y posteriormente al mismo corazón de la Rampa habanera, en el edificio N de la calle homónima, entre 23 y 21, donde se ubica hasta la actualidad.

“Al principio no teníamos grabadora. Trabajábamos con dos tocadiscos y así se sostenía la programación”, confiesa el Premio Nacional de Radio (2012), Manuel Esteban Andrés Mazorra, quien hacia la década del 70, del siglo XX, desde su condición de Director Provincial de Radio, renueva la planta con sonido estereofónico, convirtiéndose la emisora en la primera estación con esa condición en la capital.

Mazorra, como se conoce también al locutor y director de espacios informativos, confiesa que defendió siempre la singularidad de las voces femeninas, aunque las masculinas estuvieron igualmente en sus primeros años.

Para él, a casi seis décadas de la sintonizada frecuencia sonora, Radio Enciclopedia “no debe perder su variedad musical, la cadencia de sus voces, ni la cubanía que ha ido ganando desde la difusión melódica y los temas culturales, científicos y políticos que establece como principales contenidos”.

En distintos puntos de la geografía internacional tiene la CMBQ amantes fieles de su música instrumental, que alagan cotidianamente su quehacer. Así nos encontramos en reportes de sintonía un Miguel Sánchez (Estados Unidos) que compara sus emisiones con la sensación indescriptible de escuchar a Mauriat y Pourcel, hasta un José López Carrera (Cuba), que escribe -vía web-, “conocimientos, alegría y tranquilidad se escuchan desde RE. Estamos con ella siempre, una compañía buena y fiel”.

Radio Enciclopedia, como escribiera en sus 51 noviembres la Ms. C. Nora Rodríguez Calzadilla, una de sus más prestigiosas periodistas, “(…) acompaña la madrugada en la Intimidad del Silencio, para luego ofrecer la mano generosa al despertar, junto a su Amanecer en tu Radio. La agenda cultural informativa tributa la bienvenida al Sol y actualiza el matutino noticioso con Hola Aurora. Luego señorea en antena, Interludio, la clásica hora vestida de lujo fundacional, que cede espacio a Cita en Enciclopedia”.

Comenta la intelectual, además, que “son tan profilácticos y enjundiosos los mensajes de esta radio y sus Secretos… (para ti)… y, su Intérprete (en media hora)… y su Poesía…(¡toda!); que aquí no caben en esta hora de jolgorios y evocaciones”.

Principalmente, porque “es celestial y casi mágico el concierto de esta radio en el éter. Voz de mujer virtuosa para respetar. Flor de ternura, con elegante belleza”.

Hoy, cuando es legítimo y reconocido su variado y exquisito archivo sonoro, cuando a su dirección no le es ajeno el nuevo y cambiante escenario tecnológico que influye en sus prácticas de producción, la emisora se recontextualiza sin olvidar sus esencias.

Tanto así, que al celebrar este miércoles su Aniversario 56, le regalo otra vez -como en su medio siglo-, la siguiente confesión: Si han de preguntarme un día /Que distingue su emisión/Diré que la locución /De sus voces femeninas. / Las que a diario sin rutinas/ Nos ofrecen enseñanzas/ Y un caudal de esperanzas/Que nos alegran la vida.

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