En el caso de Zoila, resultó ser la primera voz de mujer locutora hablando en Cuba, lo cual hizo ante el micrófono de la emisora que surgía, la 2LC, identificación que significaba “Dos Luis Casas”, y que encerraba un mancomunado trabajo de padre e hijo para lograr un objetivo, la repercusión nacional e internacional.
Luis Casas Rodríguez, convertido años después en un graduado de la Ingeniería Eléctrica, tuvo bajo sus hombros la responsabilidad de mantener técnicamente en el aire la 2LC durante todo el tiempo que transmitió, hasta su desaparición en 1928.
La 2LC comenzó a transmitir pocas horas en el día, que culminaban minutos después de sonar el cañonazo de las 9:00 de la noche, momento en que Casas Romero, en su voz, daba a conocer la hora, un parte meteorológico, un breve noticiero y a continuación, la difusión de algunos números musicales, de lo cual se ocupaba su hija Zoila.
Mucho se ha escrito sobre Luis Casas Romero como patriota, hombre que con corta edad se integró a la lucha por la independencia de Cuba, al igual que su excelencia como músico. Sin embargo, a ello también debe sumarse su condición de destacado radiotelegrafista y radioaficionado, y por sobre todo, su entrega total, junto a su hijo, para crear la primera emisora cubana, la tercera en América Latina y el Caribe, después de Argentina y Brasil.
En un contexto limitado, no solamente por el escaso desarrollo de la técnica radial en la región, y la exigua cantidad de radios existentes en La Habana, muchos de ellos construidos artesanalmente, salió al aire, desde el centro de La Habana, la señal de una planta que transmitía con 10 watts. Era la 2LC construida con modestos recursos, sin apoyo oficial. Por entonces, la señal podía caminar de manera tan ágil como extensiva, pues el éter se presentaba limpio y libre al no existir otras emisoras. Muy diferente sucedería en la actualidad.
Esa cultura de la radiodifusión que surgía a partir del 22 de agosto de 1922, es el origen de lo que hoy podemos disfrutar y lo cual nos resulta tan normal como indispensable en cuanto a información y recreación a través de la radio.
¡Cuánto de original y llamativo podía concitar la sorpresa de quienes podían escuchar, aunque simple para aquellos tiempos, una programación que nacía! De ahí otro mérito a favor de Casas Romero y es el que le pertenece como iniciador de la misma y de los noticieros radiales en la mayor Isla de las Antillas.
Aquella planta que resistió los más fuertes avatares, en un contexto sociopolítico y económico totalmente adverso, fue el primer servicio radial de continuidad, al salir al aire diariamente. Dadas estas características de la 2LC habría que analizar si corresponde considerar a Casas Romero como pionero de la locución en Cuba.
Menos de dos meses después de haberse producido aquel hecho histórico – cultural, se realizaba la inauguración, también en La Habana, de la PWX – primera emisora oficial en Cuba – de la cual era propietaria la Cuban Telephone Company. Era el 10 de octubre de 1922, y a pesar de que ese día se recordaba una fecha patriótica, trascendental para la nación cubana, el Presidente de la República de Cuba, dando una total muestra de sumisión, expresó su discurso inaugural en idioma inglés. Nacía una emisora con estudios y transmisores con la más moderna tecnología y el asesoramiento de técnicos procedentes de Estados Unidos. La PWX inició la amplia lista de emisoras estadounidenses en América Latina.
Muchas pruebas de humildad mostró Casas Romero, y una de las más significativas fue cuando – sin rivalidad alguna – dirigió la banda de música que interpretó el himno nacional en el acto de inauguración de la PWX, donde cantó Rita Montaner, lo que la convirtió en la primera cubana en cantar ante los micrófonos de la radio.
Por mucho que insistieron los propietarios de la PWX para que Casas Romero y su hijo pasaran a integrar su nómina, ello no se concretó hasta que en el año 1928 desapareció la 2LC. Entonces, el padre sería nombrado director artístico y el hijo responsable técnico.
Al pasar varios años, Casas Romero decide fundar – como propietario y director – la emisora COC, primera planta cubana de onda corta de alcance internacional y donde mantuvo el criterio, de que sus familiares más cercanos, con cultura demostrada, laboraran con él en la programación de dicha emisora, lo cual aplicó.
A Luis Casas Rodríguez corresponden otros méritos de gran trascendencia al haber sido, además de cofundador de las 2LC, quien participó en la creación de la primera cadena nacional telefónica en Cuba, y en la construcción, en la emisora COCO – antes COC – en 1948, de la inicial unidad móvil de radio que se empleó en Cuba.
Al cumplirse 60 años del fallecimiento de Luis Casas Romero – 30 de octubre de 1960 –, todos los que trabajamos en distintas actividades de la radio cubana lo recordamos como la persona que sembró la semilla de lo que hoy tenemos, lo cual establece un reto permanente de hacer más y mejor la programación diaria. Ello va más allá de expresar que el subsistema radial cuenta en la actualidad con 96 emisoras, pertrechadas con la mejor tecnología y técnicos de experiencia, criterio igualmente válido.
Honor y gloria al fundador de la emisora 2LC, hombre de firmes proyecciones radialistas y culturales, las cuales realizó en su tiempo, para beneficio del presente.