Anónimos que sanan la mente y el alma

Al principio la labor estaba dirigida al comportamiento que debíamos mantener a las medidas y a los estilos de vida que obligatoriamente debíamos cambiar frente a la amenaza.

Al llegar la pandemia a Ciego de Ávila este grupo de valientes asumió el reto desde la línea confidencial pero sobre todo desde las comunidades en cuarentena, los hospitales y centros de atención a probables casos donde asistían a avileños afectados por el temor de enfermar y morir a causa del virus.

En esta etapa de rebrote, la de mayor impacto por el número y la dispersión de los casos y por los fallecidos en tan corto período, no ha sido diferente, lo han hecho desde la línea roja, en zonas de riesgo incrementado, en la primera línea de combate.

En medio de la emergencia, del momento más difícil que hemos vivido los avileños, esos profesionales a quienes muchos llaman bálsamo de la mente, casi todos pertenecientes al Centro Provincial de Promoción y Educación para la Salud en el territorio, han dado una muestra de entrega, unidad y sacrificio.

Este equipo de mujeres y hombres, de armas tomar, en su mayoría jóvenes, ha logrado un impacto en la población por la atención psicológica en tiempos de pandemia y ha sido un eslabón esencial en la larga cadena de protagonistas que laboran día y noche en el territorio  para disminuir los efectos dañinos de la COVID-19.

 

 

Al pequeño ejército de psicólogos y promotores avileños que asume con éxito el gran reto hacemos extensivo el agradecimiento de la gente para la cual trabajan sin reparar en los riesgos. FELICIDADES.

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