En Audio: “Cuba no tiene miedo”

A través de Whatsapp, el equipo de Ventana Rebelde sostuvo una comunicación con uno de los integrantes de ese colectivo, que nos lleva tras los colores que provocan las emociones, porque sabemos y hemos visto también el impacto que ha tenido la presencia de Cuba en Lombardía, Italia, en el combate contra la COVID-19. Conversamos con el Dr. Leonardo Fernández Hernández, clínico y especialista en unidades de cuidados intensivos, quien se encuentra allí desde el primer día y ha tenido la oportunidad de ser testigo de la dura batalla.

Desde que salimos de Cuba, en el mismo aeropuerto muchos italianos que regresaban a su país y cubanos residentes en Italia tuvieron la cortesía de cedernos el paso para acceder al salón de última espera; incluso, ellos fueron los últimos en subir y nos aplaudieron con fuerza cuando íbamos ascendiendo la escalerilla de avión. Fue muy emocionante ver tan gigante muestra de cortesía y agradecimiento.

Nuestra llegada al aeropuerto en el que hicimos escala antes de arribar a la ciudad de Crema fue también muy emotiva porque los italianos nos abrían el paso, nos saludaban y; sobre todo, oíamos a coro ¡Gracias Cuba!, Gracias Cuba! Eso, a todos, nos llenó de mucho orgullo.

El 22 de marzo llegamos a Crema y el 23 comenzamos a trabajar en el hospital. El personal médico de aquí estaba muy agobiado debido al colapso por el incremento de casos, por lo que estaban construyendo un hospital de campaña en las afueras, en el patio del propio centro médico.

Esta es una institución pública bien grande con toda la tecnología imaginable de un país del primer mundo. No obstante, desde el inicio nos dividimos en dos fuerzas de trabajo. Una labora en el hospital de campaña atendiendo a los pacientes que se han recuperado y superan la fase crítica, aquellos que se mantienen conscientes, menos graves; y otro más pequeño, que se encuentra dentro del hospital central en el área de terapia.

“Cuba no tiene miedo”

La estructura del hospital está concebida para que todos sus servicios en un momento circunstancial se puedan convertir fácilmente en unidades de cuidados intensivos. Los primeros días compartimos el trabajo con los médicos italianos en varias de las Unidades de Cuidados Intensivos pero después crearon una unidad para nosotros los cubanos. Además, intervienen tres clínicos en la parte de medicina interna y dos neumólogos en la propia Sala de Neumología; ese es el equipo que trabaja dentro del hospital con los pacientes positivos en estado de gravedad.

Hace aproximadamente una semana comenzamos a ver los primeros resultados. Al inicio pensamos que la diferencia de tecnología iba a ser una limitante pero no ha sido así. Hemos complementado todos sus procedimientos y tecnología con la sencillez y el humanismo de la medicina cubana, gracias a eso hemos avanzado. Se ha hecho un trabajo conjunto muy bueno; incluso recientemente, nos han preguntado si nos vamos muy rápido porque necesitan darle solución a coberturas que tienen en otros hospitales y nos solicitan les ayudemos con los casos aquí.

Este es un lugar de muchos pacientes y también de muchos fallecidos, incluso trabajadores de la salud de aquí perdieron su vida. Sin embargo, ya se ha comenzado a contener la epidemia. Según anuncios del gobierno a partir del 4 de mayo comenzarán a levantar las medidas de contención adoptadas. Este país fue muy disciplinado, pues la cuarentena se ha cumplido estrictamente… Usted no ve un alma en la calle a no ser los que están trabajando en la lucha contra la COVID-19. Y esa disciplina y organización de la población, más el apoyo de los médicos cubanos que llegó en un momento preciso, han dado resultados.

“Cuba no tiene miedo”

Hace unos días conversaba con una amiga que me llamó desde Bérgamo, la famosa ciudad de la cual circularon las imágenes de los carros militares cargados de ataúdes. Ella me decía: “estamos guapos porque pensamos que ustedes vendrían para acá”. Yo le dije sencillamente que Cuba y los cubanos vamos donde nos indiquen, que es sin dudas, donde más nos necesiten.

Aquí estamos venciendo, todos muy unidos. En la brigada nos preocupamos unos por otros, nos regañamos cuando por azar se descuida alguna medida de protección, pero se cumplen estrictamente y hasta el día de hoy estamos todos sanos, no tenemos ninguna dolencia y esperamos cumplir la misión completa el tiempo que Italia nos necesite y regresar victoriosos a nuestra Patria. Y quisiera llegar y comenzar a trabajar de inmediato para salvaguardar la salud de nuestro pueblo que mucho nos importa. Siempre lo decimos, estamos muy preocupados por nuestro pueblo por nuestra gente.

Usted ha tenido la posibilidad de cumplir otras misiones tan rigurosas como esta. Aunque cada una tiene sus particularidades, ¿cómo valora esta experiencia en su ejercicio de la profesión?

 

No solamente he cumplido con el deber de médico revolucionario y con el concepto de fidelismo que tengo, en donde ha hecho falta he tenido el honor de haber sido llamado y ahí he estado. Pero nunca ha sido más relevante que lo que hace todo nuestro pueblo. Yo siempre digo que el verdadero héroe de nuestra medicina es el pueblo, pues son ellos los que están sosteniéndonos, los que trabajan y se sacrifican, sobre todo en las situaciones actuales, con más limitaciones que nosotros aquí. Ese es el verdadero héroe que tenemos: el pueblo cubano.

Usted ha dicho que es un médico revolucionario y fidelista. Precisamente, el Primero de Mayo del año 2000, hace 20 años, el Comandante en Jefe proclamó el concepto de Revolución. ¿Qué significa para usted celebrar este primero de mayo ante un gran reto, estar en la línea roja enfrentando COIVD-19?

Te digo con un poco de chovinismo que me siento muy fidelista por convicción. Tuve el honor de ser fundador de la brigada Henry Reeve que creó nuestro Comandante. En el acto de la Ciudad Deportiva le juramos que estaríamos dispuestos a prestar nuestra ayuda solidaria al país que lo necesitara y en las condiciones que se decidiera; lo que hemos hecho es cumplir con ese precepto. He estado en varios países: dos terremotos, naciones en guerra, dos colaboraciones en África, la lucha contra el ébola, pero me siento orgulloso de haber podido participar, es un alto honor. Lo hago con el amor y compromiso que siento en el corazón y el juramento que le hicimos a Fidel aquel día de la inauguración de la brigada Henry Reeve.

Ha mencionado las complejas situaciones a las que se ha enfrentado incluyendo la lucha contra el mortífero virus del ébola y ahora se bate contra la COVID-19. ¿Alguna vez ha sentido temor?

Siempre. El miedo siempre existe. El miedo es una cosa natural del ser humano pero cuando uno tiene convicciones, ideales, cuando uno se siente comprometido con una causa o una idea que es lo que hemos aprendido en la medicina cubana y cuando uno además de eso es médico revolucionario, el miedo se controla. El que diga que no siente miedo para mí está mintiendo.

Todos tenemos miedo a enfermarnos, a adquirir la COVID por el alto riesgo al que nos enfrentamos. Los protectores te resguardan hasta un 95 por ciento y aunque lo hagamos todo bien hay un cinco por ciento de riesgo. Además de eso tenemos miedo de que a nuestra familia en Cuba pueda pasarle algo en esta etapa; pero aquí estamos al tanto de lo que pasa a diario en la Isla. Sí, tenemos miedo todos los días y entramos al hospital con miedo. ¡Ah!, lo que vencemos ese miedo porque tenemos todo en nuestra mente, nosotros estamos representando a Cuba, y Cuba no tiene miedo. Ese es el concepto que manejo y el que asumimos todos.

Todo lo que ha dicho es muy importante, pero sobre todo agradecemos su fervor revolucionario y su visión de gente de pueblo. Me gusta que las personas piensen como la gente de a pie, que el dolor es de todos los cubanos, que son los cubanos los héroes o los nuevos héroes de los nuevos tiempos; pero ustedes también forman parte de ese pueblo, de esa Cuba de la cual usted habla con tanto orgullo. Desde Cuba estamos muy orgullosos y agradecidos. Porque cada noche cuando se aplaude desde la Punta de Maisí al Cabo de San Antonio los aplausos van por ustedes, los que están allá y por los que están aquí, todos juntos hacen posible el milagro de la vida. Quiero que le envíe a sus compañeros el abrazo desde Radio Rebelde, en La Habana, Cuba, y la seguridad de que nos vamos a volver a ver con la misma alegría y el entusiasmo de siempre. Y si no nos vemos aquí, porque van directo para Guantánamo, me deja un mensaje y con eso será suficiente.

Autor