Es médico de comunidad y desde bien temprano se le ve de casa en casa, pesquisando a pacientes obesos, diabéticos o asmáticos; al tiempo que realiza decenas de pruebas rápidas para, ante la más mínima sospecha, detectar el SARS-CoV-2.
Por ello se ha ganado el respeto, la confianza y admiración del pueblo venezolano; e incluso de madrugada acude a salvar la vida de jóvenes puérperas, cuyas suturas se han salido de lugar por mala praxis de las clínicas privadas.
Hoy la doctora Rosa regresa a la Patria para apoyar el combate contra la pandemia y a punto de abordar el avión, confiesa que la clave está en la humildad y el amor con las cuales se asuman las tareas encomendadas.