Salvar vidas es nuestra premisa (+ Audio)

En el Hospital Luis Díaz Soto, de la capital cubana, es de los enfermeros que se enfrenta cada día a situaciones complejas, como parte de la lucha que libra el personal de la Salud Púbica contra la COVID-19.

Cuenta que al llegar a la sala de Pediatría encontró a una niña de 10 años, la primera en el país, confirmada como caso positivo al nuevo coronavirus y contribuyó a su recuperación durante dos meses hasta que le fue dada el alta hospitalaria.

Como enfermero pediatra trabaja con los cuidados requeridos para cumplir las indicaciones de los especialistas y las medidas epidemiológicas para atender a los infantes desde un mes hasta 17 años de edad.

Beraldo trasmite seguridad y confianza. En él muchos pacientes y familiares buscan consuelo. “Los padres confiaron en mí, entonces entendí que los enfermos me necesitaban”, dice emocionado.

Allí brindé aliento, fuerzas y apoyo psicológico. Todo el equipo dio el paso al frente para salvar vidas humanas en medio de una pandemia terrible, continúa diciendo.

…. y me sentí feliz al ayudar en la recuperación de los pacientes aquejados por esta enfermedad. El día 15 de junio regreso al Hospital Luis Díaz Soto para seguir mi labor teniendo en cuenta las medidas higiénico sanitarias para preservar mi vida y la de mi familia”.

En casa todos estamos orgullosos de él, así expresó su abuelo Beraldo Berrier Marrero, alegando que este muchacho revolucionario integra el ejército de batas blancas y cumplió con su deber.

Familiares de Beraldo Berrier Castañeda. Foto: Cortesía de la autora

A este criterio se suma la abuela Ana Celia García, muy contenta de que haya tenido esta oportunidad con solo 21 años para aportarle experiencia como ser humano y en su carrera profesional.

Mayara Berrier, la hermana destaca la modestia de Beraldito, como le llaman en su hogar. Aunque por momentos fue difícil para la familia sabían que regresaría sano porque se cuidaba, según refería en llamadas telefónicas, comentó.

Para Juan Carlos Berrier, padre del enfermero es una satisfacción que su hijo participara en esta misión nacionalista en La Habana, bien sabe que donde el deber llama está dispuesto a cumplir.

Agregó que durante todo este tiempo siguieron las noticias y conferencias de prensa del Doctor Francisco Durán, Director Nacional de Higiene y Epidemiologia, para conocer de la situación actual y así aclarar dudas que pudimos tener en algún momento.

Su madre lo cataloga de valiente, al asumir con tanta responsabilidad la tarea. Ahora se siente feliz y agradecida.

En el barrio el reconocimiento no se hizo esperar. En estos momentos es un gran prestigio para nuestro pueblo, precisa el vecino Ramón Carrasco, un hombre que peina canas y bien conoce de las bondades del gobierno revolucionario.

Esta es la razón por la que aplaude cada noche a Beraldito y al resto de los médicos, enfermeros, paramédicos y demás personal que en Cuba y fuera de nuestro país participan en este combate por la vida.

Al valorar el actuar de la medicina cubana frente a coronavirus, la güinera Angélica Flores, explicó que no hay otra nación en el mundo como la nuestra y muestra de ello son los servicios en la atención primaria de salud, así como en los centros médicos.

Por estos días Beraldo ha regresado a casa, luego volverá al Hospital Luis Díaz Soto en La Habana empeñado en salvar otras vidas, esas que el nuevo coronavirus intenta atrapar. Allí volverá seguro de que puede vencer la batalla. (BSH)

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