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La distinguimos pos su hermosa y elegante presencia, su melodiosa voz (calificada cantante contralto) y sus maneras suaves; pero la también actriz, guitarrista y compositora Miriam Ramos Heres, con su insospechado carácter tan firme, nacida el 6 de mayo de 1946 en Matanzas, se ha verificado universal: también para la conducción radial.
De madre formada musicalmente (había estudiado piano y canto) y padre melómano con muy buen gusto musical, en su infancia estudió en el prestigioso colegio Baldor del Vedado, aprendió guitarra autodidacta y luego en cursos de Vicente González Rubiera “Guyún”,y Alejo Carpentier, y en marzo de 1963 fue seleccionada para el Coro Polifónico Nacional dirigido por Serafín Pro (hoy Coro Nacional) hasta 1969, experiencia que consideró “indispensable” por el entrenamiento en una agrupación vocal, desarrollando “lo que se llama oído armónico”.
En esa década estudió en los conservatorios Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla, en el Seminario de Música Popular que dirigía Odilio Urfé, y se graduó de canto de la Escuela de Superación Profesional Ignacio Cervantes.
El 11 de mayo de 1964 hizo su primer recital como solista en la sala teatro del Museo Nacional de Bellas Artes (“lunes de Bellas Artes”, donde “solo el rigor primaba en el diseño de la programación”, a decir de Marta Valdés), acompañada por el inolvidable pianista Frank Emilio Flynn.
No fue gratuito que años después recibiera la Medalla Conmemorativa por el X Aniversario de la Nueva Trova (MNT; 1967-1968), en 2003 el Diploma al Mérito Artístico en ceremonia de Fidel Castro por su papel en la fundación de ese Movimiento (labor de su lírica femenina opuesta al machismo en las canciones), y finalizando el pasado año 2023, la Medalla Alejo Carpentier por su 50 aniversario; con cuyo “Grupo de Experimentación Sonora del Icaic” (Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Sara González, y otros) representó a Cuba en España en un espectáculo especial.
En 1967 con artistas como Bola de Nieve, integró la delegación cubana fundacional del Festival Internacional de la Cancion Varadero, al que regresó en 1970 y 1982; integró la representación especial en el teatro Amadeo Roldán dedicada a los importantes pintores del primer Salón de Mayo en La Habana (1968), en el primer Encuentro de la Canción Protesta organizado por la Casa de las Américas, que la seleccionaría junto a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés para representar a Cuba en las Jornadas de la Cultura Uruguaya en el Exilio (México, 1977), y en la Gala Central del XI Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes con Pablo Milanés, Sara González y Sergio Vitier, entre otros.
Representó a Cuba con importantes artistas internacionales en varias ediciones de Melodías Amigas, en Bulgaria (Orfeo de Oro, 1969), Polonia (Sopot), México (festival de Otoño, Jornadas de la Cultura Cubana, etcétera), Ecuador (Encuentro de la Nueva Canción Latinoamericana), Panamá (Jornadas de la Cultura Cubana), Jornadas del Disco Cubano (Unión Soviética y Nicaragua); en Japón (Panorama de la Cultura Cubana) cosechando críticas favorables, así como en España, Holanda, Argentina (invitada especial de Silvio Rodríguez), República Dominicana, Brasil, Perú y Colombia; invitada especial de José María Vitier en el Festival Cervantino (México, 1992), la Gala Cubana en el Evento Mundial del disco MIDEM´96 en Cannes, (Francia), participando en el CD de José Vitier, Habana Secreta; en la representacion cubana en el Music Bridge para el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos con destacadísimas personalidades de ese país, y entre los invitados a la recepcion de Fidel Castro por ello, y en la delegación cubana a los festejos por el XX Aniversario de la Revolución, cuya Gala fue en el teatro del Kremlin en Moscú.
Hacía recitales y conciertos en numerosos teatros, salas y espacios estelares de la radio y la televisión cubanas, cantando entre sus temas más conocidos ¡Ay, mariposa!, de Pedro Luis Ferrer, y de su propia inspiración, Ámame como si fuera nueva, que incluyó en su disco; otras canciones suyas son Algo como las aguas en tormenta, Canción desde Viñales, Canción por un desaliento, Canciones de lo inevitable, Como si fuera la primerea vez (texto de Nicolás Guillén), Homenaje Núm.2, Lluvia es, Otras vez la guitarra, Para tu piel, seas tú, Señora la mar… aunque ella no se considera “compositora de oficio” sino que al inspirarse le nacen las canciones “como un desbordamiento (…) por sus ganas enormes (…) a partir de una angustia rara”; no obstante, la tan autorizada Marta Valdés describió sus canciones “…nacidas de un excelente y verdaderamente creativo dominio de la guitarra (…) texto implacable, lleno de sentido, nace para ser cantado”.
Jurado en numerosos concursos nacionales y provinciales de la canción cubana, hizo varias giras con la brigada Raúl Gómez García por las provincias que ganaban la sede por el 26 de Julio, seleccionada en diversos espectáculos por el 20 de octubre, 28 de enero, 24 de febrero, 1ero de mayo y 26 de Julio, entre otros.
En su discografía destacan ineludibles, Miriam Ramos (1976), Mis canciones (1981), Canción desde otro mundo (1983, canciones de Marta Valdés), Para tu piel (1989), Estás conmigo (1998, tributo a Ignacio Villa “Bola de Nieve”, con el pianista Andrés Alén), Por La Habana (1999), Obsesión (2002, homenaje a Benny Moré), Cantar la trova (2005), Siempre en mi corazón (Ernesto Lecuona, con el pianista Ernán López-Nussa, 2010; cuando iba a presentarlo, dado un accidente pot una caída, quedó limitada), Tributo a Chopin (2010), El piano y yo (2016, CD-DVD), De raíces y versiones (2020, con López-Nussa y el guitarista Dairon Ortega) y Ella y yo (2021), con Haydée Milanés.
Ganó los Premios de interpretación en el concurso de canciones cubanas Adolfo Guzmán 1983 y 1984, al tiempo que actuaba y cantaba en la obra teatral De los días de la Guerra, dirigida por Roberto Blanco sobre el diario de campaña de José Martí, para el Festival Internacional de Teatro de La Habana, y en la serie de televisión Algo más que soñar (1985), donde encarnaba a la madre de Carlos Manuel (Patricio Wood).
En 1999 su fonograma homenaje a Bola de Nieve Estás conmigo (Egrem; concierto en el Teatro Nacional de Cuba que le mereció Medalla Conmemorativa premio Video´99 del Festival Nacional y Mención Especial Caracol de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Uneac) ganó el Gran Premio del Festival Internacional Cubadisco, y los Premios de Grabación, Fotografía y Diseño, así como el Premio en la categoría Canción, que repitió en 2000; y el de Compilación, y los de Trova Tradicional y Cancionística, los ganó en 1999, 2000 y 2011. En el verano de ese mismo año 1999 estrenó en televisión su espacio Pensamiento, que ganó el Premio Caracol de la Uneac al Mejor Programa Musical de Televisión.´
En 2013 ganó el Premio de Honor del Festival Cubadisco, y con el tríptico La canción cubana (con Barbarito Torres, Ernán López-Nussa y Rolando Luna), el Gran Premio, disco que en los Grammy Latinos 2013 fue nominado como Mejor Álbum Tropical Tradicional, premio que sreconoció a Arturo Sandoval con su disco Un siglo de pasión; pero esta sola competencia ya era un lauro, sobre todo al notar que los otros nominados eran el Septeto Santiaguero (Vamos pa´la fiesta), el Septeto Ignacio Piñeiro (La Habana tiene su son) y los boricuas Lucy Fabery y Humberto Ramirez (Sentimentales) (véase: Enio Echezábal Acosta: “¿Que ha sido de Miriam Ramos, una de las grandes glorias de la canción cubana?”; cubalite.com).
En entrevista de televisión a Amaury Pérez Vidal (Con dos que se quieran, 2016), sentenció: “el centro del alma cubana es lírico”. Desde temprana edad prefería las melodías universales a las modas pasajeras (Lisandra Ronquillo Urgellés: La lírica de Miriam Ramos en el alma cubana, sitio de la Uneac, 6 de mayo de 2021) confesando a La Jiribilla (2019): “abogo por la creatividad contemporánea, acepto la natural evolución del quehacer musical, pero a las raíces hay que regresar para avanzar, sobre todo (…) en un país privilegiado (…) en el que el patrimonio musical que tenemos es tan valioso”; los silencios permiten “encontrarnos con nosotros mismos, ponderar nuestras virtudes y lidiar con los defectos”.
También su voz tan apropiada se cita entre las intérpretes de “la Calabacita” televisual (además de Maggie Carlés, Mayra de la Vega y Liuba María Hevia; obra de Marta Porro, 1977) para dormir a los más pequeños de casa; y con Liuba, interpretó el clip Ana, la campana, nominado a los Premios Lucas como Mejor Video del año y Mejor Video Canción 2023.
Miembro de la Comision Evaluadora del Centro Nacional de Música de Concierto, mereció la Distinción Raúl Gómez García, la Distinción por la Cultura Nacional, Diploma de Reconocimiento por haber participado en todas las ediciones de los Festivales Nacionales del Creador Musical con varios premios, invitada especial desde su primera edición, así como a dos ediciones del Festival Internacional de Ballet de La Habana, y a las dos primeras del Festival Internacional de Teatro.
Sobre ella han escrito desde 1973 Alejandro G Alonso, Rolando Cartaya, Soledad Cruz, Clara Díaz Pérez, Gabriel, Mayra A. Martínez, Joel del Río, Jorge Rivas, José Rivero, en distintos órganos de prensa, y Radamés Giró y Helio Orovio en sus diccionarios de la música cubana, entre otros.
Hace más de diez años se premia su maestría conduciendo programas de radio, como No hacen falta alas (Radio Progreso, dedicado a la música en general y a la literatura universal), equipo distinguido en los Festivales Nacionales de Radio, así como el de La Esquina del Jazz (CMBF), con guión de Dos Santos y dirección de Milagros Muñoz, y Desde este mundo (Habana Radio), participando en otras emisoras como el espacio Revelaciones (Radio Cadena Habana). A pesar de tanta actividad radial, se extraña su obra discográfica en nuestra radio y otros medios, como reclamaba Marta Valdés hace una década, cuando la catalogaba: “es una Miriam para cada canción”.
Escuchemos a la insigne cantante en la magistral interpretación de «Ay Mariposa» de Pedro Luis Ferrer.
