Africa. Grandes verdades

A estas alturas del tiempo nadie, con un mínimo de honradez, puede negar lo que África significó para las grandes potencias colonialistas de Estados Unidos y Europa. Con solo nombrar a ese continente de inmediato se asociaba a pobreza, marginación, esclavitud, analfabetismo, hambruna y dependencia extrema a los poderosos que cebaban en aquellos seres todas sus apetencias criminales, y mucho menos sentir piedad por aquellos de piel negra que despreciaban como si fueran raros animales que había que domesticar.

Recuerdo con total nitidez que hasta en las películas yanquis aparecía el negro como bufón de un circo, desempeñando los trabajos más peligrosos y recibiendo como pago el derecho a una raquítica ración de comida (solo para que no se muriera y continuara sirviendo al amo). En esta muy rápida mirada al sufrimiento no debe olvidarse el horror de la esclavitud, de aquellos negros que reclamaban los grandes terratenientes criollos, y el espantoso final de los llamados cimarrones desgarrados por los perros del mayoral, solo por querer ser libre.

Pero en la práctica nada ha cambiado. Lo que sucede es que ahora los procedimientos para la explotación de esos seres han trascendido a fórmulas más refinadas, manteniendo la explotación pero de forma encubierta; es como el
mismo perro pero que no puede ocultar el rabo. Claro, también en estos cambios influyen los que se producen a escala global, porque los pueblos ya se han cansado de tanta injusticia y claman libertad.

Recientemente la vice presidenta de EE.UU. Kamala Harris, emprendió una gira por África para visitar Ghana, Tanzania, y Zambia. Pero no crea que lo hizo para, de manera bondadosa, ayudar a esos países. Contrariamente para fortalecer la influencia de Washington en el contexto de la competencia creciente de China y Rusia.

El gigante asiático porque es el mayor socio comercial inversionista en África; mientras que Rusia es cooperante con varios estados africanos en el ámbito de la seguridad. Ahora bien ¿qué hace actualmente Estados Unidos? La respuesta es que está aumentando sus préstamos a África mediante el FMI, porque de ese organismo también sabe que obtendrá beneficios.

Pero además, -y es lo más importante- lograr el súper objetivo de obtener el acceso a metales como el litio, cobalto y cobre cuyas reservas está en países africanos. Por otra parte, el imperio yanqui se mantiene preocupado porque también sabe que hay grandes reservas de litio y cobalto en China, minerales a los que finalmente puede dejar de tener
acceso si se agravan las relaciones con Pekin.

Tal situación es lo que hace que ahora la vice del norte se haga pasar por una mujer bondadosa arrepentida del daño que siempre le hicieron a África, y ahora quiere “desinteresadamente”, acariciando la cabecita de algunos negritos, como aparece en la foto publicada por los medios, aparecer que EE.UU. siempre ha estado preocupado por el bienestar del sufrido continente.

Es el cinismo llevado a su escala superior: confundir el clásico egoísmo por actos de fraternidad y solidaridad humana. Para ese país todo converge en el mismo fin de siempre: usurpar, poseer lo ajeno, utilizar cualquier método si de lograr sus macabros propósitos se trata.

Viene a mi mente Theodore Roosvelt, presidente de EE.UU. en 1901, el que promovió el expansionismo de su país mediante el uso de la fuerza armada, todo ello en el marco de la doctrina del Gran Garrote. Es decir, Speak Softly but Carry a big Stick (habla suavemente pero lleva un gran garrote). Pero no sería correcto hablar solo de los Estados Unidos con su pecaminosa marcha, porque también la sacrosanta Europa, tan preocupada por su estilo de vida, y su monarquía tiene una enorme responsabilidad en el sufrimiento de los africanos.

En cierta ocasión el eminente africanista e investigador cubano Rogelio Martínez Furé, decía: ¿Quiénes han sido los grandes ladrones y asesinos de la historia durante los últimos 500 años? Los europeos! Saquearon el continente africano; los grandes tesoros de la cultura africana están en los museos de París, Berlín, Londres. Las culturas occidentales europeas son grandes caníbales.

“El egoísmo es la mancha del mundo, y el desinterés su sol”. José Martí

Autor

  • Silvio José Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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