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Algunos animales se revuelcan en sus propios lodos como un hábito consustancial a su existencia. Y lo siguen haciendo toda la vida, a menos que alguien decida, con chorros de agua, lavar tanta impureza. El animal está tan acostumbrado que llega a parecerle lógico ser como es, y por tanto nada le importa el daño que cause a los humanos. Algo parecido –o igual- sucede con el imperio yanqui, porque está totalmente convencido que su sistema es el mejor para la humanidad, desprecia otros, y por tanto, muestra sus garras al que lo contradiga, y lo hace con saña tal que no le importa declarar guerras, usar armas prohibidas, intervenir en golpes de estado o blandos, y un sinfín de atropellos a la dignidad humana.
Vea usted un simple ejemplo que denota un cinismo inaudito ejercido con total naturalidad por un tal Mathew Miller, portavoz del Departamento de Estado, criticando una posible reducción de ayuda económica al régimen fascista de Ucrania: “Si permitimos que autoritarios como el presidente Putin haga lo que quiera a otros países soberanos entonces toda la Carta de la ONU quedará hecha trizas, y vamos a estar como en un mundo en el que este tipo de agresiones pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento. Eso sería mucho más caro para el pueblo estadounidense, y mucho más peligroso para el pueblo estadounidense”. Permítame extraer del contexto anterior algunas precisiones:
Nombra como autoritario a Putin, pero ¿él no sabe que verdaderos autoritarios y criminales fueron y aún son personajes siniestros como Batista, Pinochet Netanyahu todos sádicos asesinos y tantos otros que su país imperio apoyó y fueron amigos de los presidentes de turno en EE.UU?.
¿País soberano Ucrania con un gobierno típicamente fascista que le sirve en bandeja de plata el alimento al imperio para que siga acorralando a Rusia y destruirla?. Algo más: la Carta de la ONU quedó hecha trizas hace mucho rato consecuencia de las acciones de EE.UU., quien lo niegue solo tiene que revisar todas las violaciones que ese país ha cometido respecto a los derechos humanos y la convivencia entre las naciones. ¡Qué falta de memoria, señor Mathew usted tiene! Acusa a otros de los que el propio presidente Bush afirmó en cierta ocasión: “Estados Unidos podrá atacar en cualquier oscuro rincón del mundo”.
Por otra parte no se preocupe tanto por una posible reducción de fondos para Ucrania, argumentando que eso sería “muy peligroso” para su país. Tenga presente que Estados Unidos es el verdadero peligro, precisamente, el país que más guerras ha desatado en este mundo en las que han muerto muchos miles de seres humanos y destruido hasta su cultura y modos de existencia, todo lo cual han calificado como “daños colaterales; el mismo país que tiene rodeado al mundo de bases militares. Deje su cinismo a un lado y recuerde, como ejemplo, lo siguiente: en las guerras en Irak y Afganistán su país gastó más de 2,2 billones de dólares; en ambos países murieron por causa de su nación un millón de seres humanos.
Así que no esté tan preocupado porque algunos quieran rebajar un poco de millones de ayuda a Ucrania, y declárese defensor de más dinero para resolver los enormes problemas sociales y económicos que hoy afronta Estados Unidos. Trabaje para que no duerman en las calles mendigos en un país rico; para que algún día su nación se vea libre de racismo; de drogadicción; de armas para la muerte; y de tantos y tantos problemas que engendra el capitalismo ciego y salvaje que usted representa. No se confíe, debe saber que las cartas ya están echadas.
“La honra puede ser mancillada. La justicia puede ser vendida. Todo puede ser desgarrado. Pero la noción del bien flota sobre todo, y no naufraga jamás.”
José Martí